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El síndrome de jugar de visitante: Central cayó en Liniers ante Vélez dejando nuevamente una pálida imagen de equipo

Nada de eso sucedió, porque otra vez el canalla padeció del síndrome de jugar afuera de casa y fue un equipo laxo, desconectado y sin ideas. Con jugadores muy lejos del nivel que supieron tener en el torneo de consagración a fines del año pasado. El auriazul dejó una muy pobre imagen en el Amalfitani y esto empezó a generar preocupación en sus hinchas debido a la cercana participación de Central en la Copa Libertadores. Con este nivel de juego es muy difícil que el canalla tenga una actuación decorosa en el máximo certamen continental.

Con los ingresos de Campaz y Maximiliano Lovera, casi nada cambió, la anemia ofensiva del conjunto dirigido por Russo no tenía solución y sobre el final del partido Vélez tuvo su premio por la permanente búsqueda del arco del rival, a los 42´tras un centro perfecto de Aquino, el juvenil delantero Osorio de cabeza dejo sin chances a Broun para decretar el 1 a 0 y para bajarle el telón a un partido de poco vuelo futbolístico en el cual Central volvió a dejar una deslucida actuación que lo obliga el sábado próximo ante Instituto a llevarse los 3 puntos para no quedarse tan lejos de la zona de clasificación para la siguiente fase. El canalla entró en una peligrosa zona de incertidumbre, depende de Miguel Russo y sus dirigidos poder cambiar de manera urgente el destino de esta historia.

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