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Crónicas de Argentina: El León, la Pato y un DNU que “casi todos” rechazan

Como si fuera un nuevo capítulo para las crónicas de ese mundo mágico llamado Narnia, Argentina entrega señales que nos pueden servir para emparentar los hechos de nuestra actualidad social, política y económica con la ficción, aunque es bueno aclarar que para la realidad nuestra de cada día es el magnífico león quién atenta contra el bienestar de la gente, sobretodo, atacando con sus anunciadas “medidas de ajuste” a los frágiles bolsillos de la recontracastigada clase media.

El oficialismo nacional transita momentos turbulentos y muchos de ellos “autogestionados”, debido a cierto amateurismo y una evidente falta de capacidad para llevar adelante – con criterios coherentes – ese “cambio total” que tanto profesó el presidente durante la campaña. “Una cosa es decir y otra cosa muy diferente es el hacer”, nos decía un ex funcionario nacional del gobierno de Cristina Kirchner a este medio al ser consultado sobre las formas con las cuales está llevando adelante sus políticas el líder libertario.   

Javier Milei llegó a la presidencia principalmente por el hastío de la gente por las recurrentes malas praxis de los gobiernos.

La pastoral villera de Rosario está advirtiendo un crecimiento exponencial en el rubro “necesidades” y en el reclamo por alimentos en los distintos barrios vulnerables de la ciudad de Rosario. Un referente de la arquidiócesis rosarina nos señaló con un dejo de temor que con el correr de los días se irá sintiendo mas profundamente la crisis por los aumentos desmedidos que están teniendo los precios de los artículos de la canasta básica y esa circunstancia de desmadre en la economía de los hogares humildes genera una señal de alerta que empiezan a observar con inquietud desde la iglesia ante posibles reacciones de la gente al sentirse acorralada por la situación.

Milei – el ideólogo- de su propio destino, en la previa elaboró cuidadosamente en su cabeza todo el desarrollo de la teoría para ese “plan” que ahora pretende llevar a cabo y que tiene como principal objetivo pulverizar la inflación, aunque en la práctica el mismo está dando muestras de una difícil concreción. El economista distribuyó mucha pirotecnia discursiva durante la campaña y a la “hora de los bifes” da toda la sensación que se le empezaron a “quemar los papeles” para hacer realidad en los hechos ese tan proclamado estado de dicha y ventura que iban a disfrutar todos los argentinos de bien. Algo no estaría sucediendo según lo previsto, evidentemente…

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich tuvo mucha participación en el arranque del gobierno de Milei, con activa presencia en cada una de las estratagemas antipiquetes para oponer control y límites a las múltiples marchas que muestran el disconformismo existente de buena parte de la sociedad con las primeras decisiones tomadas en lo económico por el equipo del libertario. La “Pato” apostó todas “sus fichas” a lograr una mayor incidencia en la estructura del nuevo gobierno desde el mismo día que apoyó públicamente a Milei, aunque, últimamente se vio relegada su figura ante los acontecimientos que tienen al DNU y a la Ley Ómnibus como las vedettes que ocupan todas las marquesinas en los medios de comunicación.  

La CGT y las organizaciones sociales realizaron una multitudinaria marcha hacia tribunales para oponerse al DNU.

Es evidente el desorden existente en las huestes del economista, con legisladores trabajando a destajo para articular meticulosamente cada paso para forzar – con las escasas armas legislativas que cuenta- la aprobación de las iniciativas presentadas. La tarea pinta titánica porque como nunca se dio en la historia reciente del país, un ejecutivo en funciones depende de “la caridad” de la oposición para conseguir las “herramientas” que declama para poder gestionar. Los decretos están viciados de inconstitucionalidad, en eso casi todos coinciden, y quizás esa razón justifica que Milei -como Don Quijote contra los molinos de viento – este tan empecinado en embestir contra el Congreso como dé a lugar, sin importarle demasiado sus consecuencias. En otras columnas de este medio ya hemos expresado que el libertario se autopercibe rey y esa tal vez sea, la principal razón para un comportamiento que parece siempre hacer un sutil equilibrio en “los delicados bordes de la democracia”.

Por su parte, los gremios preparan una gran marcha y movilización para el 24 de enero, el mismo día del anunciado paro nacional, una jornada que pondrá a prueba la resistencia de un lado y del otro del mostrador del gobierno. La CGT prevé una concurrencia multitudinaria- hablan de un piso de 500mil personas que asistirán – y nos afirman dirigentes sindicales de Rosario que la convocatoria seguramente se irá ampliando con la participación de aquellos trabajadores “arrepentidos” que forman parte de la clase media yque votaron por Milei. “Solo esperamos que todo se desarrolle en calma, que desde el ministerio de Seguridad no inciten a la violencia porque este gobierno no soportaría ni una sola víctima en las calles ese día”, fue la advertencia que compartió con este portal un importante secretario general rosarino.    

En el Congreso Nacional, los diputados y senadores tendrán el compromiso de ser consecuentes , con su apoyo o rechazo a los decretos, con los argentinos que los eligieron con su voto.

“Algo huele mal en Dinamarca”, la frase shakesperiana nos sirve para blanquear el cuadro de situación puertas adentro del gobierno, no son pocos los rumores que indican que la vicepresidenta Victoria Villarruel entabla a diario conversaciones con el ex presidente Mauricio Macri y con dirigentes del peronismo para dar forma a un “Plan B” ante un posible rápido traspié que pueda sufrir en su incipiente recorrido el “interlocutor de Conan”. Aunque de eso no se hable y los secretos estén guardados bajo siete llaves, los cortocircuitos entre los miembros del gobierno existen y son los mismos que pusieron en jaque la continuidad del propio Guillermo Francos en su cargo. Hay funcionarios que empiezan a mostrar su reticencia a ser parte de la orquesta del Titanic y otros, mucho menos piensan hundirse con el barco. “Muerto el rey, viva el rey”, una frase acunada en la historia misma de Francia y que empieza a dar vuelta- aunque lo nieguen- en la cabeza de algunos integrantes del oficialismo.

“Vamos a pasar tiempos difíciles, es un parto de nacimiento de la República” supo decir hace un tiempo Lilita Carrió y en la redacción de esta simple crónica de la Argentina, debemos admitir que la frase de la ex diputada nacional nos sirve para representar la sensación que nos domina a los argentinos en estos inciertos momentos. Javier Milei está urgido a tener la capacidad necesaria para provocar un fuerte viraje en el rumbo de los hechos para poder generar algo de “buenas vibras” con la gente, si no es así, todo se le volverá muy cuesta arriba al economista a la brevedad. Los diputados y senadores también se encuentran en el centro de la escena porque están obligados a ser responsables de la aprobación o el rechazo de los decretos en cuestión.  En definitiva, todos – sin distinción- deberán rendir cuentas de sus actos, sabiendo ellos que Dios, la patria y el pueblo se lo demandarán llegado el momento, como corresponde a aquellos que tuvieron una Constitución y la Biblia en la mano al momento del juramento…

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