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Central rompió la racha de visitante y le ganó a Huracán con la autoridad de su juego

Las explicaciones del primer triunfo de Central como visitante hay que encontrarlas en la forma en la cual Miguel Russo planteó el cotejo, mérito del DT fue haberle quitado protagonismo al Huracán de Dabove, que nunca estuvo en partido porque el canalla fue inteligente para quitarle la pelota, su mejor arma cundo la posee, y con una noche inspirada de Malcorra desnudar todas las falencias defensivas de un rival que jamás puso en riesgo la victoria canalla.  

Ya a los 5´ Central se ponía tempranamente arriba en el tanteador por intermedio de su mejor jugador, Malcorra quien apareció sorpresivamente por la derecha del ataque y con un zurdazo notable puso el 1 a 0 dejando sin respuesta al portero Chaves. El canalla se presentaba en el partido de arranque ganando y eso le facilitó las cosas para el resto del cotejo.

El encuentro prosiguió con predominio de Central, que manejó los tiempos del trámite de juego ante un Quemero que nunca pudo ponerse a la altura del compromiso. El canalla siguió aprovechando los espacios y las desinteligencias que ofrecía su lado izquierdo defensivo y por ese sector llegó el segundo tanto a los 29´, justamente fue Malcorra que desbordó nuevamente por la derecha  para colocar un preciso centro a la cabeza de Alejo Véliz, quién solo tuvo que martillar la pelota rumbo a la red frente un indefenso arquero para marcar el 2 a 0, que sonaba excesivo  pero que justificaba lo realizado por ambos en la cancha.

Lo que restó de la primera parte fue para evidenciar todas las dificultades que tenia Huracán para generar juego asociado en terreno contrario. Central prácticamente no pasó sobresalto y es más pudo haber aumentado la diferencia en el tanteador si el colombiano Campaz hubiera estado un poco más preciso en la puntada final de cada ofensiva. Se fueron al vestuario con realidades muy diferentes, uno, el canalla disfrutando lo logrado en el campo y el otro, el globo, padeciendo el desarrollo de una etapa que se le presentó demasiado contradictoria a sus posibilidades.

En el complemento el elenco de Miguel Russo se replegó en el territorio, usando a su favor la diferencia en el tablero y trató de salir de contra aunque pocas veces pudo consumar con efectividad los ataques que dispuso. El desgaste del primer tiempo hizo mella en el físico de los jugadores auriazules. Russo empezó a modificar los nombres, pero nunca la idea de juego, cerrándose  bien atrás, dejándole la pelota al contrario que no supo bien que hacer con ella. El local nunca lo pudo complicar, a pesar de llenar de delanteros el área de Broun no lo inquietó demasiado.

Así llegó el final del encuentro para consumar la primera victoria de Central  fuera del Gigante. Fue tal vez la mejor versión del elenco de Russo en lo que va del torneo, porque con disciplina, orden y una idea clara de juego se llevó merecidamente la victoria a Rosario, que sirve y mucho para retemplar los ánimos, para seguir construyendo el proyecto futbolístico y para esperar el clásico con la tranquilidad de que el equipo tiene con qué para ser protagonista en el torneo, después deberá refrendarlo en los hechos pero esa será otra historia, una que aún no está escrita.    

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