Irán dispuso la primera condena a muerte por las protestas ante la muerte de Mahsa Amini
La justicia de Irán sentenció a muerte a una persona acusada de participar de “disturbios”, en la primera condena de ese tipo desde que empezó la ola de protestas en el país en septiembre pasado por el fallecimiento de la joven Mahsa Amini, detenida por la policía por no llevar correctamente el velo islámico.
La persona condenada fue declarada “enemiga de Dios” y culpable de “incendiar un edificio gubernamental, alterar el orden público, reunirse y conspirar para cometer un crimen contra la seguridad nacional”, precisó el veredicto de un tribunal de Teherán, según la agencia Mizan Online de la autoridad judicial.
El veredicto todavía puede ser apelado.
El tribunal también condenó a cinco personas a entre cinco y 10 años de cárcel por alteración del orden público, una sentencia que se dio a conocer después de que el gobierno desmintiera una petición de más de 200 diputados para imponer un endurecimiento de los castigos a los participantes detenidos.
Más temprano, la justicia iraní había inculpado a cerca de 800 personas debido a los “recientes disturbios” en tres ciudades del país durante las manifestaciones, según Mizan y una agencia de noticias local.
La justicia iraní inculpó a cerca de 800 personas debido a los “recientes disturbios” en tres ciudades del país durante las manifestaciones desencadenadas tras la muerte
Así lo informó Mizan, la agencia de la autoridad judicial del país y una agencia de noticias local.
En total, más de 2.000 personas fueron inculpadas, la mitad de ellas en la capital Teherán, desde el inicio de las manifestaciones que sacuden el país desde hace dos meses, según cifras comunicadas por la justicia iraní.
Las organizaciones internacionales de derechos humanos contabilizan 15.000 arrestos, una cifra que las autoridades iraníes desmienten, informó la agencia de noticias AFP.
El director general de justicia de la provincia de Hormozgan, citado por Mizan, anunció el procesamiento de 164 personas “acusadas tras los recientes disturbios” en la provincia, que serán “juzgadas a partir del jueves”.
Se las acusa de “reunión y conspiración contra la seguridad del país”, “propaganda contra el régimen”, “alteración del orden público”, “disturbios”, “incitación al asesinato”, “lesiones contra agentes de seguridad” y “daños a la propiedad pública”.
Asadollah Jafari, director general de la autoridad judicial de la provincia central de Isfahán, citado por la agencia de noticias Tasnim, dijo que se habían presentado 316 casos en relación con los recientes disturbios.
Añadió que 12 acusados ya fueron juzgados.
Asimismo, 276 personas fueron inculpadas en la provincia central de Markazi, según Abdol-Mehdi Mousavi, director de justicia de la provincia, citado por la agencia de noticias oficial iraní IRNA.
Ola de protestas
Irán es sacudido por una ola de protestas desencadenada tras la muerte de Amini, la joven kurda iraní de 22 años, arrestada por la policía de la moral en Teherán por presuntamente no llevar correctamente el velo, tal y como exige el estricto código de vestimenta para las mujeres en la República Islámica.
Los dirigentes iraníes acusan a Estados Unidos, enemigo acérrimo de Irán, de estar detrás de las protestas, que califican de “disturbios”.
Amini, una kurda iraní de 22 años, murió en un hospital de Teherán tres días después de haber sido detenida por la policía de la moral porque tenía mal puesto el velo que según el código de vestimenta de la República Islámica debía cubrir su cabello.
Autoridades dijeron que murió de causas naturales, por una enfermedad preexistente, pero su familia dijo creer que pudo haber sido golpeada.
La protesta, nacida del rechazo de las restricciones de vestimenta impuestas a las mujeres y de la indignación suscitada por la muerte de la joven, evolucionó en un movimiento dirigido contra la teocracia en el poder desde la revolución islámica de 1979.