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Por décima vez cambiaron al jefe policial de Rosario, ahora Adrián Reinaldo Galigani asumirá el cargo

El Ministerio de Seguridad de Santa Fe modificó una vez más el jefe policial de Rosario ante los reiterados crímenes en torno al narcotráfico que vive la ciudad. Se trata de la décima transformación que hacen desde que Omar Perotti asumió como gobernador en 2019.

Quién se hará cargo del puesto en esta oportunidad será el subjefe Adrián Reinaldo Galigani, quién reemplazará a la jefa de la Unidad Regional II de Policía, Margarita Romero. Según la explicación de las autoridades el cambio se debe a las diversas denuncias e irregularidades que hubo en el último tiempo.

Romero había sido designada en el puesto de jefa policial de la ciudad en abril de 2022, pero nueve meses después fue desplazada por Galigani quien prestó servicios en el Comando Radioeléctrico (CRE), fue jefe de departamento Judicial de Automotores Zona Oeste y de la “Agrupación Cuerpos”, y en 2022 ejerció como subjefe de Unidad en Rosario. 

Desde que Omar Perotti asumió la gobernación de la provincia, Rosario ya tuvo diez modificaciones en su cúpula policial. El primer ocurrió una semana después de que el mandatario haya confirmado a Marcelo Gómez. El mismo fue reemplazado por Claudio Romano, quién el 10 de enero de 2020 fue desplazado por el subjefe Danilo Villán.

Desde el inicio del año ya se registraron 13 crímenes y desde hace varios meses la situación en la capital santafesina preocupa a las autoridades nacionales. Por este motivo, en las últimas horas se confirmó la suma de 700 efectivos policiales.

“Se van a acoplar a la Brigada de Orden Urbano. Hay que poner más énfasis en el trabajo de calle”, indicó Galigani a su vez que explicó que dichos agentes no habían podido estar a la par de sus compañeros por “cuestiones administrativas”.  Según el jefe policial la distribución de los agentes será en unas 100 patrullas en los tres turnos de trabajo en 16 barrios de la zona centro. 

Durante 2022 hubo 406 crímenes en Santa Fe de los cuales más de la mitad ocurrieron en Rosario. Se trata del segundo año en el cual se registraron un aumento exponencial de muertes, la última había sido en 2015 con 432.

El último que se dio a conocer es el de un joven que fue acribillado en el barrio Larrea. Este caso es más que curioso ya que cuando efectivos policiales llegaron al lugar solo encontraron rastros de sangre, es decir que se habían llevado el cuerpo. 

Fuente: NA

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