Vizzotti rechazó el plan sanitario de Milei: “Ya lo aplicó Thatcher en Reino Unido”
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, consideró que la propuesta de eliminar la gratuidad de la salud pública que pregona el candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei, es una política que, “lejos de ser innovadora, ya se intentó implementar, no funcionó y se debió retroceder” en naciones como el Reino Unido, durante el gobierno de la conservadora Margaret Thatcher, durante la década de los ’80.
Los impulsados por Milei son “modelos que no son innovadores, que ya sucedieron y fracasaron”, enfatizó la titular de la cartera sanitaria, para quien “el ejemplo más importante” de ello “es el sistema de salud del Reino Unido en la época de Margaret Thatcher, que lo implementó y lo que acabó sucediendo, por ejemplo, es que aumentaron las infecciones intrahospitalarias, fallecieron personas por no poder acceder a la salud y se debió retroceder” en tales políticas.
Entrevistada por Télam, Vizzotti admitió que en materia sanitaria “queda muchísimo por hacer, nunca es suficiente”, a la vez que se pronunció en favor de “parar la pelota, analizar todo lo que hace el Estado, todo lo que cubre, la articulación (que lleva a cabo) con las jurisdicciones y comprender la complejidad que tiene el sistema de salud con otros subsectores (NdR: obras sociales y compañías de medicina prepaga) y con el sistema de seguridad social”.
“En Argentina, incluso con todas las dificultades, la población recibió la atención. No obstante y con muchísima humildad, tenemos que seguir escuchando sus necesidades a sabiendas que es un momento muy difícil para el país y el mundo, y falta mucho por hacer”, señaló Vizzotti, quien ponderó el rol estratégico que ha tenido el Consejo Federal de Salud durante la gestión que encabeza el presidente Alberto Fernández.
Ese órgano “es un ámbito donde ministros y ministras de salud de las diversas jurisdicciones, y provenientes de distintos partidos políticos, ha logrado consensos y sortear la grieta en muchísimos momentos”, consideró la funcionaria.
– Télam: Las PASO acarrearon un impacto generalizado y particularmente en el ámbito de la salud por todo lo que se ha hecho y todo lo que está en juego. ¿Cómo analiza el escenario que se abrió a partir de las pasadas elecciones primarias?
– Carla Vizzotti: Ese impacto debe ser transformado en movimiento y en mucha información para no quedar congelados en él. Primero hay que escuchar muchísimo y después hay que revisar un poco (lo realizado) porque muchas veces el rol del Estado está tan naturalizado que no lo logramos visualizar. En materia sanitaria, el Estado nacional tiene un rol rector dado que la salud está delegada en las jurisdicciones, lo cual da una perspectiva federal y conlleva un desafío a la gestión de la salud que realiza el Ministerio.
El rol que tiene el Estado es de dar equidad y favorecer el acceso a la salud. Aunque puedan parecer palabras inespecíficas o no se las dimensione por completo, equidad significa que cada persona, con independencia de dónde haya nacido y de la cobertura social que tenga, acceda en forma oportuna a la salud. A la par de ello, el acceso refiere no solo concebir a la salud en tanto la atención de la enfermedad, sino intervenir en materia de promoción y prevención temprana.
En la escena democrática irrumpió días pasados una corriente política que llama a terminar con el Ministerio y que el mercado albergue a quien pueda albergar. ¿Qué reflexión le merece?
La primera es que el Consejo Federal de Salud ha sido un ejemplo de cómo es posible focalizarse en las coincidencias y en la comprensión de que lo que hacemos nos trasciende y que en el medio hay gente. Incluso en momentos de muchísima incertidumbre pudimos tomar decisiones.
Y no lo digo solo por la pandemia (de coronavirus) porque tuvimos el brote de viruela símica, el de dengue, el de influenza aviar, el del virus sincicial respiratorio. (…) Es decir, no estamos hablando solo de una crisis de la magnitud de la pandemia, sino de de situaciones que suceden habitualmente y en las cuales se ha podido coordinar con las jurisdicciones y ha prevalecido la importancia del rol que tenemos como tomadores de decisiones, porque en el medio hay gente y realmente a mí me parece que eso es algo muy, muy relevante en materia de lo que podemos hacer más allá de las diferencias (en materia) de políticas partidarias cuando hay algo mucho más importante.
La salud es clave en tanto eje del desarrollo. No solo cuando tenemos una enfermedad y necesitamos medicación, sino desde el punto de vista de tener una sociedad más sana para producir, trabajar, estudiar. Y también es central el rol de la salud en la producción de insumos en sinergia con las áreas de ciencia, tecnología y desarrollo productivo con el propósito adicional de sustituir importaciones y pensar también en exportar.
La segunda reflexión, y en línea con lo anterior, es que (desde el Estado nacional) no estamos diciendo que está todo perfecto. Queda muchísimo por hacer y en salud nunca es suficiente (lo que pueda ser hecho). Ahora bien, decir que la salud se puede mirar con ojos del mercado es incorrecto tanto desde el plano teórico como desde el operativo.
Respecto a lo teórico, si el Estado pone a competir a los centros de salud, solamente van a subsistir los ubicados en los grandes aglomerados urbanos. En los lugares más alejados, donde los Estados provinciales y municipales hacen un esfuerzo máximo para, por ejemplo, darle beneficios a los trabajadores de la salud para que puedan instalarse en esas localidades con poca población, irían desapareciendo si no les conviene económicamente (prestar servicios).
La verdad es que hacer competir a los equipos de salud va contra la naturaleza de esos propios equipos. Estimular la demanda y no la oferta también está en contra de esa naturaleza. Porque eso es inequitativo y porque las personas no tienen el mismo grado de conocimiento de cuál es su necesidad de demanda al sistema de salud.
Puede que ocurra cuando perciban que necesitan acercarse al sistema de salud. Y ahí terminen “gastando más” debido a que, al no prevenir, al no hacer screening (NdR: prueba usada para la determinación precoz de enfermedades) por ejemplo oncológico y tener la posibilidad de curarse, generará a la larga la necesidad de más fondos, además de inequidades y dificultades en el acceso.
Desde el punto de vista operativo también es incorrecto porque la Constitución y el marco legal (que se desprende de ella) no permiten que (las políticas sanitarias promercado) sucedan a corto plazo, que fuera algo sencillo (de poner en práctica). En un título (periodístico) es muy fácil de decir ‘voy a hacer esto para solucionar los problemas’ y denostar todo lo que es el rol del Estado’. Pero hay leyes que obligan a generar circuitos (sanitarios) y que obligan al Estado a proveer vacunas, antirretrovirales, medicación contra la tuberculosis. No se puede decir ‘voy a hacer esto’ sin tener en cuenta toda la normativa legal y sin, digamos, explicar cuáles van a ser los pasos concretamente.
Fuente: Télam