La agencia nuclear de la ONU llegó a Zaporiyia en medio de bombardeos y se dirige a la central
Ucrania y Rusia se acusaron mutuamente de realizar nuevos ataques cerca de la central nuclear de Zaporiyia, provincia en la que ya se encuentra la misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), encabezada por el argentino Rafael Grossi, que inspeccionará las instalaciones.
Las autoridades ucranianas dijeron que Moscú bombardeó la ciudad donde se encuentra la planta nuclear, la más grande de Europa y ocupada por las fuerzas rusas desde marzo.
“El Ejército ruso bombardea Energodar”, declaró en Telegram Evhen Yevtushenko, jefe de la administración de Nikopol, situada frente a esa localidad donde está la central, al otro lado del río Dniéper.
“La situación con estas provocaciones es peligrosa”, añadió citado por la agencia de noticias AFP.
Dmitro Orlov, alcalde de Energodar y actualmente exiliado tras la conquista rusa, publicó por su parte en Telegram imágenes del consejo municipal de esa ciudad con la fachada dañada.
Yevtushenko afirmó que los rusos, que controlan Energodar y la central, bombardearon la ciudad para culpar a las fuerzas ucranianas.
“El objetivo de este espectáculo es crear una imagen correspondiente para la misión del OIEA”, sostuvo.
Por su parte, las autoridades designadas por el Kremlin en la provincia de Zaporiyia denunciaron que las tropas ucranianas atacaron con misiles la ciudad de Tokmak, ubicada a poco más de 100 kilómetros de la planta nuclear.
“Hoy el régimen de Kiev volvió a atacar con misiles las instalaciones civiles en Tokmak. Se bombardeó un silo de granos, un depósito fue dañado seriamente, se quemaron 15.000 toneladas”, indicó Vladímir Rogov, de la autoridad militar prorrusa, de acuerdo a la agencia de noticias Sputnik.
La misión de inspección del OIEA, agencia nuclear de la ONU, partió desde Kiev y ya se encuentra en la provincia de Zaporiyia para inspeccionar la situación.
“Es una misión que busca evitar un accidente nuclear y preservar esta importante central nuclear, la más grande de Europa”, indicó Grossi a la prensa en la ciudad de Zaporiyia, ubicada a unos 50 kilómetros de la central.
El diplomático argentino, que llegó el lunes a Kiev al frente de un equipo de 13 personas, explicó que pasarán “unos días” en el lugar e informarán sobre sus conclusiones al volver.
La central nuclear está desde marzo en manos de Rusia que, según Kiev, habría desplegado cientos de soldados y almacenado munición en sus instalaciones.
Inicialmente, Ucrania temía que una visita del OIEA a Zaporiyia legitimara la ocupación rusa del lugar, pero después respaldó la misión si el equipo partía del territorio bajo su control.
Esto implicará que los inspectores deberán cruzar la línea del frente con garantías de seguridad de ambos lados.
En su habitual discurso nocturno, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció que Rusia seguía “sus provocaciones” en las zonas por las que debía pasar la misión para llegar a la planta.
“Espero que el equipo del OIEA pueda empezar su trabajo”, afirmó Zelenski, que se había reunido antes con Grossi y había tildado la situación de “extremadamente amenazante”.
“Los ocupantes no han abandonado la planta, continúan los bombardeos y no retiran las armas ni la munición del lugar. Están intimidando a nuestro personal. El riesgo de catástrofe nuclear debido a las acciones rusas no disminuye”, insistió.