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Newells tuvo un planteo mezquino y lo salvó Herrera: Solo sumó un punto para mantenerse en el lote de arriba

Newells en un estadio repleto recibía a Racing con la obligación de mejorar las actuaciones de sus dos últimos partidos donde dejo muchas dudas su funcionamiento y en el epílogo de ambos encuentros terminó resignando valiosos puntos.

El partido se presentó con una predisposición de la lepra a mostrarse sólido en defensa con las fortalezas de contar con una línea de cinco jugadores en las cercanías de Herrera. Newells achicaba hacia atrás y entorpecía todo intento de la Academia de mitad de cancha hacia delante.

Sobre los 15´ Ramiro Sordo probó al Chila Gómez desde lejos y la pelota se fue arriba del travesaño con el arquero que se encontraba adelantado. Racing insistía en manejar el trámite del cotejo pero le costaba demasiado progresar en campo contrario por la buena disposición de los jugadores leprosos en su terreno.   

El partido se jugaba lejos de los arcos, esa falta de audacia de los protagonistas le quito atractivo al cotejo. El trámite se hizo tedioso, anodino con muchas faltas y ese agregado de encuentro demasiado cortado lo hizo mus deslucido para la vista.

A los 33´ Newells arrimó peligro mediante un centro de González que encontró la cabeza de Lema y la pelota fue directamente a las manos de Gómez. El local no generaba fútbol porque estaba mas preocupado por defender entonces la lepra visitaba muy poco el área contraria.

Racing trató de cerrar mejor la primera etapa porque Newells se lo permitió con una actuación muy hibrida, con poco vuelo futbolístico y con nula ambición ofensiva. Los hinchas se preguntaban en el estadio si era necesario mantener una línea de 5 defensores de local, por lo visto eso le quitaba presencia en ataque. Se fueron al vestuario con un pálido empate que castigaba lo hecho por ambos equipo.

En el comienzo del complemento Newells se adelanto unos metros en el campo para no esperar tan cerca de su arquero pero se arriesgaba a sufrir algún contratiempo defensivo como ocurrió antes de los 5´ cuando Copetti no pudo conectar un centro rasante de Chancalay.

Newells presiono mas arriba y generó dos situaciones de riesgo cuando tras un error de Gómez casi García aprovecha el regalo y en la siguiente jugada a la salida de un tiro de esquina, González recibió el balón y su disparo obligó a una gran respuesta del golero de la visita que rechazó al corner el remate que pedía red.

Sobre los 20´ de la etapa final, se repartían los dominios, Sanguinetti no arriesgaba con alguna variante que le diera mayor presencia ofensiva a su equipo. El partido se diluía en la lucha y el trajín en mitad de cancha. Poco y nada ofrecía el encuentro para el espectador.

El trámite seguía siendo muy parejo, el planteo mezquino que puso el técnico en la cancha le saco frescura desde la mitad para adelante. Newells pecaba por las propias limitaciones autoinfligidas por decisión de su entrenador. La lepra jugaba a contramano de lo que reza su historia.

El silbato de Herrera marcó el fin para una pobre novela de Newells en el partido, tercer empate consecutivo, con otra decepcionante actuación del equipo de Sanguinetti. El clásico será un punto de inflexión en la relación entre el técnico y la hinchada porque el rojinegro en las últimas presentaciones ha jugado mas parecido a la era Burgos que lo que pide el exigente paladar leproso, donde exponer buen fútbol es una necesidad no negociable.

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