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Central mereció mejor suerte: El equipo de Tévez mejoró en el complemento y debió quedarse con el triunfo

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Central recibía a Unión, un conjunto tan ciclotímico como el canalla, una buena oportunidad se le presentaba al local para recuperar terreno en el intento de construcción de una identidad futbolística. Carlos Tevez transita un momento incómodo porque no le encuentra la vuelta a la regularidad a su equipo y tampoco tiene demasiada ayuda de la parte dirigencial.

Central avisó temprano, a los 12´ cuando Fernando Rodríguez estrelló un remate en el travesaño de Mele. Un minuto después el juvenil lateral canalla falló en un cierre tras un centro desde la izquierda, el volante tatengue Machuca aprovechó el yerro y definió sobre la salida de Servio, que había reemplazado a Broun para poner el 1 a 0. Otra vez a Central el desarrollo se le presentaba cuesta arriba.

Antes de la jugada del gol un remate de Roldán desde fuera del área hizo trabajar a destajo a Servio quien mandó la pelota al córner en lo que fue la primera situación de riesgo. Inmediatamente después, Kevin Ortiz tuvo su chance y Mele se la sacó.

Después de asimilar el golpe del tanto recibido, Central fue con todo en búsqueda del empate y a los 27′ tuvo la igualdad a tiro, otra vez en los pies de Fernando Rodríguez, cuyo remate encontró las manos salvadoras de Mele sobre su izquierda. El arquero visitante evacuó la situación de gol auriazul.

Central iba al frente sin muchas ideas, Tevez sorprendió a los hinchas metiendo tres cambios nueve minutos antes del final de la etapa mandó a la cancha a Chipi Frías, Ignacio Malcorra y Francis Mac Allister, una decisión inédita para un entrenador bastante conservador a la hora de hacer modificaciones. Se fueron al vestuario con semblantes opuestos, Central con la preocupación del resultado adverso y Unión con la tranquilidad de haber cumplido con la primera parte de su plan.

Central empezó el complemento con otra actitud, presionando bien arriba al rival, con Malcorra como eje de su fútbol y el equipo de Tevez creció en su rendimiento y comenzó a merodear peligrosamente el área de Unión. Otra vez el canalla mostraba una imagen muy contrapuesta en un mismo partido.

A los 7 minutos el canalla se tuteó con el gol cuando le hicieron una la falta a Malcorra, el remate lo tomó para si Mac Allister, quien ejecutó bárbaro y cuando Mele no tenía nada que hacer la pelota dio en el travesaño. La suerte seguía siendo esquiva para el auriazul.

La insistencia del canalla había acumulado merecimientos, hasta que a los 29´ llegó el premio para el local, cuando Almada vestido de centrodelantero fue a captura un balón suelto en el área chica del tatengue para con un toque corto ante Mele señalar el empate. El 1 a 1 entregaba algo de justicia al trámite del cotejo. Enseguida Central tuvo el segundo ahí al caer cuando Frías corrió solo hacia Mele y en el mano a mano con el arquero rival no resolvió bien permitiendo al portero quedarse con la pelota.

A los 23′ Unión dispuso de segundo tanto cuando Enzo Roldán se fue entre varios jugadores auriazules y en el mano a mano con Servio la tiró increíblemente afuera. El partido se habia desordenado, un poco por el cansancio y otro por el desorden que ganó a los protagonistas en el campo de juego.

Casi a los 40´ Central dispuso de otra ocasión insuperable para marcar el segundo tras un centro rasante de Blanco al área que encontró muy solo a Veliz entrando por el medio pero su disparo se fue desviado. El canalla sumaba una nueva oportunidad dilapidada a su cuenta.

El silbatazo del arbitro se dio en un contexto de incertidumbre con Central dejando el resto para ir por la victoria ante un Unión totalmente deshilachado que aguantaba como podía las arremetidas del canalla. El empate fue un castigo para el local que mereció – por lo hecho en el complemento – una mejor suerte en el resultado. La entrega del segundo tiempo de los dirigidos por Tevez fue un salvavidas para los hinchas que en estos tiempos esquivos de victorias, al menos, les sirve para consolarse con que la historia en el futuro pueda llegar a ser diferente.

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