De “niños prodigios” a gigantes que llenan estadios: Airbag regresa a Rosario para una consagración definitiva bajo las estrellas

Cuando los hermanos Sardelli irrumpieron en la escena musical argentina allá por el año 2000, muchos cometieron el error de subestimarlos. Eran extremadamente jóvenes, tenían el pelo largo y componían melodías pop pegadizas que enloquecían a los adolescentes. La etiqueta de boy band prefabricada parecía estar lista para pegarse en sus frentes.

Sin embargo, este viernes 28 de noviembre, cuando las luces del Hipódromo de Rosario se apaguen y suene el primer acorde distorsionado, lo que verán los miles de seguidores que se harán presentes, no será un producto del marketing, porque estarán frente a verdaderos sobrevivientes y conquistadores. Airbag llega a la ciudad nuevamente, no solo para tocar canciones, sino a validar el camino más difícil del rock nacional: el de crecer como banda, sin resignar un ápice de vigencia.

Es imposible entender el fenómeno Airbag de la actualidad, sin primero mirar al pasado, para recordar el barrio donde Patricio, Guido y Gastón comenzaron a tocar siendo apenas unos niños, influenciados por los discos de Creedence, The Beatles y Chuck Berry, que su padre escuchaba con una devoción pagana. Si bien el éxito masivo llegó con sus baladas que se hicieron rápidamente hits de la época, debajo de esa “buena estética” que caracterizó siempre a la banda, latió profundo en ella un corazón de rock clásico. Mientras otros grupos de su generación desaparecían cuando pasaban la moda, los Sardelli se encerraron en el estudio, en la sala de ensayo y decidieron que si iban a perdurar, sería bajo sus propios términos.

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La ruptura y la madurez

Discos como “Libertad” y “Vorágine” marcaron un quiebre musical en su rica historia. El grupo endureció el sonido, las guitarras ganaron mucho protagonismo y las letras se volvieron más oscuras y complejas. Fue una apuesta arriesgada del grupo, ya que podrían haber perdido a su público original, pero en cambio, ocurrió el milagro que solo logran los grandes de verdad: educaron a su audiencia. Los fans que oportunamente gritaban por “Amor de verano” crecieron y ahora son los mismos que hacen pogo con riffs que recuerdan a Guns N’ Roses o Deep Purple.

Patricio Sardelli: El nuevo “rock star” de estos tiempos

Uno de los pilares de esta nueva era de Airbag, y que seguramente será el centro de atención en la nueva presentación de la banda en Rosario, es la figura de Patricio Sardelli, considerado unánimemente como uno de los mejores guitarristas de su generación. Tanto es así, que verlo actuar en vivo es asistir a una clase magistral de música y virtuosismo. Sus solos, incluyendo esa emotiva interpretación del Himno Nacional que ya es marca registrada, le han devuelto a la guitarra eléctrica el lugar de “arma sagrada”, que había perdido dentro de la música urbana actual.

La parada obligada para reafirmar su consagración e idolatría de los rosarinos.

El mega recital que Airbag va a llevar adelante en el Hipódromo de Rosario el próximo viernes 28 de noviembre, no será un show más, porque la banda se presenta en la ciudad en el pico de su rendimiento artístico y popularidad. Este recital será – sin lugar a dudas- una celebración de su linda historia, porque desde aquellos chicos que acunaban sueños en Don Torcuato hasta estos gigantes que llenan estadios, ha pasado mucha agua en el rio de la idolatría. La cita en el Parque de la Independencia promete ser una demostración de poder, talento y, sobre todo, de mucho rock and roll.