La marcha por la paz en Rosario fue un clamor que exigió ponerle fin a la violencia que enluta la ciudad
Organizaciones sociales, sindicales, empresariales y religiosas marcharon “por la paz” en la ciudad santafesina de Rosario, atravesada desde años por la violencia criminal e identitaria, y recalcaron que “no podemos pretender la paz si no tenemos justicia”.
Bajo una tenue lluvia que no impidió que la marcha se realizase, la movilización pacífica y en silencio recorrió el centro de Rosario esta tarde para desembocar en el Monumento Nacional a la Bandera, tradicional sitio de manifestaciones populares de esta ciudad.
“Es necesario que se generen condiciones sociales de justicia y de equidad, porque la paz es fruto de la justicia”, dijo el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín.
El religioso, uno de los que encabezó el acto detrás de una bandera que decía “Rosario en paz”, añadió que “si falta la justicia, en el sentido de que haya gente que pueda salir de la pobreza por medio de su trabajo, de que no haya excluidos, no podemos pretender la paz”.
Martín sostuvo que “si sembramos justicia tenemos paz” y dijo que la acción de hoy “es como un clamor, es una marcha de silencio, pero un silencio que grita, por el bien de la paz para todos”.
Convocada por una la multisectorial por la paz de Rosario, la movilización se inició alrededor de las 16.30 precedida por una imagen de la Virgen y una extensa bandera argentina, que recorrieron las calles céntricas.
El objetivo fue visibilizar el deseo de paz de las organizaciones civiles de la ciudad, como contracara de la violencia por la que Rosario suele ocupar un lugar en la conversación pública.
El representante local de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Eduardo Del Monte, dijo a esta agencia que “reclamamos a los tres niveles del Estado que dejen de mirar para otro lado” porque, sostuvo, “aparece el problema cuando aparecen los muertos, o cuando son famosos, pero esto se vive todos los días en los barrios”.
Del Monte coincidió con monseñor Martín en que entre las causas de la violencia se encuentra la desigualdad y la marginalidad sociales.
“El problema es cómo se aborda la situación social, no puede ser que en este país tan rico y con tanta producción la mitad de la población esté en la pobreza”, sostuvo el militante social, para señalar que “no puede ser que se produzcan alimentos para 400 millones y haya 4 millones con hambre: ahí hay algo que está mal y que nadie aborda”.
Además, sostuvo que la solución no pasa por militarizar los barrios de Rosario porque el narcomenudeo “es el último eslabón de la cadena” del tráfico de drogas.
También dijo que el consumo de estupefacientes “ha crecido un montón” y que “no hay políticas de prevención, hay ideas de algunos de que es una cuestión recreativa, pero a los pibes de los barrios los hace mierda”.
“La droga en los barrios es un factor de descomposición”, remarcó el referente de la CCC.
Al llegar la marcha al Monumento a la Bandera, se realizó un acto que consistió en la lectura de una “oración por la paz en Rosario”, elaborada por la Mesa Interreligiosa por el Bien Común, que pidió “por el descanso del alma de quienes han sido víctimas de esta violencia que hoy vivimos”.
También oraron para que “quienes dirigen nuestra sociedad” se “despojen de todo interés personal y partidario en busca de una solución, que en la actualidad no han logrado”.
Además, la oración pidió que “logremos realizar una verdadera promoción del ser humano, para que todos accedan a la educación, formación deportiva y social, un sistema primario de salud accesible y un Estado presente donde hoy más se necesita”.