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Pobre cosecha en Venezuela: Central solo pudo rescatar un punto ante un rival muy limitado

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El partido contra Caracas en Venezuela era una buena oportunidad para Central para sumar de a tres y acomodarse en el grupo G de la Copa Libertadores. Lejos de lograr esa previsible y necesaria victoria, el canalla decepcionó con su juego en la noche venezolana, jugando un pobre partido ante el rival más débil de su zona. Paso en falso del equipo de Russo de visitante que genera muchas dudas para el futuro inmediato en el torneo continental.

Central entró con el pie izquierdo en el estadio Olímpico porque nunca pudo plasmar una superioridad, que en la previa recorriendo los nombres propios que integraban cada plantel, claramente tenía sobre un limitado rival. El peor adversario de Central fue el propio Central porque gran parte del cotejo fue un equipo gastado, sin dinámica, previsible y que padece un evidente bajón futbolístico en varios de sus más destacados jugadores.  

El partido era apenas discreto, mal jugado y sin predominios evidentes hasta que a los 26’ Pernía le ganó a Quintana y definió cruzado ante un mal achique de Broun. El 1 a 0 ponía al auriazul en una posición incómoda para el resto del encuentro. El tanto del local fue un castigo a la intrascendencia de Central, que fue una sombra en el campo de juego y no pudo superar nunca a un pobre adversario.

El primer tiempo se fue sin pena ni gloria, con una actuación del canalla que rozó el desencanto y que obligaba a los dirigidos por Russo a cambiar drásticamente su imagen para la segunda mitad. El resultado en contra le exigía un cambio radical en el funcionamiento.

En el complemento el canalla salió decidido a llevárselo por delante al rival, aunque casi siempre le faltaron ideas. El ingreso de Jonathan Gómez le dio más futbol al equipo en la mitad de la cancha y un pase filtrado del ex volante de Racing dejó en soledad a Módica para establecer el empate sobre los 21’. El 1 a 1 le devolvía al canalla la tranquilidad para encarar de otra manera el resto del cotejo.

Lo que quedó del partido fue para acentuar los defectos de Central que igualmente tuvo una inmejorable oportunidad para desnivelar el tanteador cuando Gómez hizo estrellar la pelota en el travesaño cuando ya se jugaba tiempo de descuento. El pitazo del árbitro sentenció el resultado final que fue empate y que para el auriazul no representa una buena noticia porque la fragilidad del rival lo obligaba a llevarse una victoria. El tiempo dirá si los dos puntos perdidos esta noche los lamentará llegado el momento cuando cada unidad pese para seguir con vida en la Copa Libertadores.

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