Guerra interna en ARCA: la venganza de Caputo y Pazo no se hizo esperar y crearon un botón anti-gremio
En algunos medios periodísticos se habla de la inesperada batalla contra los tres gremios que reúnen a los trabajadores de ARCA, aduaneros y recaudadores, y que se han convertido, con sus presentaciones judiciales y sus medidas gremiales, en verdaderos objetores de la administración de Javier Milei, al punto de poder frenar la motosierra a través de una inminente resolución judicial.
Porque ARCA, o la ex AFIP, es observada en el gobierno nacional como un caso ejemplar para el resto de las oficinas estatales. Un paradigma para avanzar con la famosa “destrucción del Estado” pregonada por la escuela liberal austríaca que seduce a Milei.
“Despedir a profesionales de la recaudación, maltratar a los que se queden para alejarlos de la función pública, ignorar los reclamos de los trabajadores que controlan las fronteras de la Nación y que son maltratados físicamente por particulares, y generar incertidumbre en una repartición que funcionaba bastante bien, para los estándares argentinos de eficiencia, es el objetivo caótico que promueve la gestión de Javier Milei, Luis Caputo y el administrador Juan Alberto Pazo”, sostiene convencido, ante NA, Julio Estévez (h), titular de UPSAFIP.
La consulta al titular de la Unión del Personal Superior de la AFIP se produce porque es el sindicato que hizo punta en la resistencia al desguace del organismo recaudador, una entidad autárquica, con autonomía en su gestión administrativa y financiera para disponer de los fondos que genera la recaudación impositiva.
Y lo hizo a través de un amparo judicial contra el decreto que disolvió la AFIP para crear ARCA y retroceder a los tiempos de la DGI durante la última dictadura militar.
El amparo está a punto de convertirse en realidad y podría desbaratar los planes del gobierno nacional de mostrar a la opinión pública cómo se desguaza un ente fundamental con una motosierra.
Esa es la razón principal que tiene Juan Pazo para crear un botón anti-gremio en ARCA que posibilitará al trabajador que lo desee desafiliarse con un solo clic en la página del organismo y, de esa manera, ahorrarse unos pesos por la representación gremial.
Una movida audaz que fue respaldada por el ministro de Economía, Luis Caputo, que todavía no termina de digerir el adelanto exclusivo de NA, que terminó echando del gobierno, de muy mala manera, a la amiga de su esposa, la ex administradora de la AFIP, Florencia Misrahi.
La antecesora de Juan Pazo ganaba siete veces más que el propio presidente de la Nación y le costaba reducirse el sueldo acorde al pedido de “no hay plata” oficial.
La novedad de NA fue retomada por el gremio de UPSAFIP, que planteó la cuestión a nivel interno y, mientras enseñaba que sus afiliados no recibían ningún tipo de aumento salarial en medio de la crisis, terminó con Misrahi fuera del gobierno, despedida casi con justa causa, si se lee atentamente la redacción del Boletín Oficial.
Luis Caputo nunca perdonó que la despidieran por la puerta chica.
Por estos motivos la novedad que impactará en los tres gremios a partir del primer día hábil del mes de mayo sólo echará más leña al fuego en una guerra entre el gobierno y los sindicatos que no tiene nada de inesperada.
El anuncio a los 19.270 trabajadores de la habilitación de un botón en el legajo digital de cada empleado para facilitar la desafiliación de UPSAFIP; AEFIP y SUPARA, es un capítulo más que significará una escalada en una pelea que tanto los integrantes del gobierno nacional como los sindicalistas de la CGT observarán con detenimiento para calcular sus próximos pasos en un clima de enfrentamiento constante que se avecina más temprano que tarde.