OpiniónPolíticaSanta Fe

Amalia Granata en el “multiverso de su política”

Como si fuera un personaje de un filme de Marvel, la periodista Amalia Granata sigue haciendo de las suyas en el multiverso de su política. Hagamos un poco de historia para recordar como la periodista ingresó a la arena política, representando la antipolitica, un soplo de aire nuevo que generó muchas expectativas en el exigente votante santafesino. Su impronta rebelde, su discurso sin casette sedujo a muchos santafesinos en el 2017 cuando se postuló para diputada nacional por el Partido Popular y cosechó 70mil sufragios,  nada mal para una primera experiencia electoral.

Fue el bautismo de fuego para la mediática, y lejos de amilanarse por el hostíl escenario que enfrentó,  redobló su apuesta y dos años después encontró el motivo que le hacia falta para generar una verdadera revolución en las urnas. En el 2019 ya con José Bonacci como el ideólogo y estratega de la escudería partidaria y enarbolando la bandera del antiaborto y los valores de la familia, Amalia alcanzó casi los 300 mil sufragios, provocando sorpresa y conmoción en el mundillo político de Santa Fe.

La causa del “pañuelo celeste” la instaló decididamente como un nuevo emergente de la clase política provincial. Ese éxito representaba para ella un piso desde donde edificar sus aspiraciones para un futuro que se le abría tentador y auspicioso. Pero las mieles de la popularidad en ciernes sobre su figura la hicieron perder en su laberinto, como el general del libro de García Márquez,  y precisamente en ese instante de gloria fue que la periodista empezó a equivocar el camino, ha tomar decisiones erróneas y a sopesar mal la elección de las opciones. 

Granata empoderada por el “pañuelo celeste” logro cautivar a casi 300 electores en los comicios del año 2019 en Santa Fe.

Granata no hizo una adecuada lectura sobre la composición del electorado que le dio masivamente su respaldo en el 2019, no tomó en cuenta que el mismo estaba compuesto en un 65% por votantes partidarios al peronismo. La ex panelista de América transitó los caminos de la campaña con un mensaje emparentado con las raíces ideológicas del PJ. Es “una compañera mas” supieron decir entonces muchos dirigentes del partido que la acompañaron en su derrotero por Santa Fe, donde capturó adhesiones de voto popular por doquier, y supo inteligentemente como cautivar la atención de los vecinos de los barrios humildes y vulnerables de la provincia.

Luego llegó la etapa de la ruptura en mil pedazos de su espacio debido a los fuertes e irreconciliables desencuentros  que tuvo con los diputados Nicolás Mayoraz, Walter Ghione y finalmente con Betina Florito, que la llevaron a quedarse casi en soledad, en un unibloque en compañía de su asesor Álvaro Zicarelli.  En el conjunto de los muchos universos existentes en la propia Granata, la mediática eligió pegar un volantazo y sin importarle demasiado tener que darle la espalda a gran parte del electorado que la eligió optó por iniciar su travesía dentro de Juntos por el Cambio. Las fotos que hizo públicas con Mauricio Macri, con el ex canciller Jorge Faurie y las apariciones junto a Larreta y Patricia Bullrich daban cuenta de su decisión de formar parte de la ex Cambiemos.  

Amalia hizo realidad su anhelo, cumplió su deseo y logro meterse de lleno en el mayor espacio opositor, donde acompañó a Federico Angelini, vicepresidente del PRO,  formando parte de la formula para competir por las bancas del Senado Nacional en las intermedias del 2021. Con todo el aparato del partido a su favor y con las recurrentes visitas del ex presidente Macri y de Patricia Bullrich para bendecir sus candidaturas , ambos candidatos solo lograron cosechar un magro tercer lugar en la interna partidaria. Amalia sufría un durísimo revés a sus aspiraciones y padecía los sinsabores por haber gestado su propio multiverso político.

Otros tiempos cuando Granata integraba formula con Federico Angelini para competir en la interna de Juntos por el Cambio.

La derrota la llevó a recluirse por un tiempo para meditar sobre los pasos a seguir después del fracaso sufrido en la interna de Juntos por el Cambio. Se alejó un poco de las redes sociales, su más sofistica arma electoral, pero igualmente siguió criticando duramente al gobierno nacional teniendo como victimas preferidas de su enojo al presidente Alberto Fernández y principalmente a Cristina Kirchner, de quién nunca se guardo nada a la hora de profesar antipatía sobre su persona.

Pero con Granata no existen nunca garantías, en la noche de este viernes en el canal de La Nación en una entrevista concedida a Jonathan Viale, la periodista criticó la marcha de los tractores  de este sábado porque la misma le impedía ir tranquila a su trabajo en radio Mitre y además se transformaba en un contratiempo para llegar bien al cumpleaños de su hija. El reproche también era dirigido hacia Juntos por el Cambio y hasta se atrevió a decir que “Cristina es brillante, inteligente y que esta un paso adelante de los demás”. Las redes sociales explotaron al instante, aquellos que la apoyaban e idolatraban la tildaron de traidora, otros fustigaron cruelmente su persona y hasta los que la odiaban se mostraron complacientes con sus dichos. “Granata en estado puro, tómala o déjala, los matices parecen definitivamente no ser su fuerte”.

Amalia Granata junto a Javier Milei, la periodista ve con buenos ojos formar parte del espacio del economista para el 2023.

Ahora todo parece indicar que Amalia jugará el próximo año con los libertarios, el espacio “La libertad Avanza” da toda la sensación que será el lugar que la cobijará para que pueda volver a competir en el 2023, muy posiblemente encabezando la lista de diputados provinciales. El partido Unite de Bonacci, la herramienta partidaria que le dará forma a la participación del espacio en Santa Fe, que tiene a Javier Milei como principal figura y que ha generado enorme expectativa en toda la provincia, con un apoyo importante de los jóvenes que ven al economista como alguien que puede lograr darle un mejor rumbo a los destinos del país.   

Los continuos cambios de banderas partidarias y los bruscos giros ideológicos en los que se ha visto involucrada Amalia Granata hacen que ella transite por un peligroso camino de anfibología política. En su particular “Multiverso”  no le resulta conveniente ser una superhéroe y una villana a la vez, el elector reniega de esa ambigüedad, es más, la rechaza y le ha hecho pagar un castigo con el “no voto” a su persona en las últimas elecciones intermedias. Quizás en una frase de San Martín encontremos la síntesis cabal del momento que atraviesa Granata: “Serás lo que debas ser, sino no serás nada”, y Amalia con sus peculiares decisiones y acciones, esta cada vez más cerca,  de ser esto último.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *