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El Newells del orden y la resistencia rescató un buen punto en su visita a Estudiantes de La Plata

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El partido pintaba complejo, desde todos los ángulos posibles del análisis, la lepra enfrentaba a uno de los mejores equipos del fútbol argentino en su cancha y con la obligada ausencia de Ever Banega, la única usina de juego que cuenta el rojinegro. En ese panorama poco propicio, Newells rescató un buen punto en La Plata porque hizo del orden y la resistencia su mejor herramienta para mantenerse competitivo. Un resultado que suma si miramos el paisaje completo de su presente.

Los primeros veinte minutos fueron de paridad absoluta, aunque en ese trámite equitativo hubo un leve dominio del Pincha en campo leproso, aunque en ese lapso de tiempo Keylor Navas no tuvo que trabajar demasiado. Hasta que Maroni se complicó solo en salida en las cercanías de su área cuando perdió pelota y permitió que después de una habilitación de un compañero, Tiago Palacios pusiera con un remate cruzado el 1 a 0 para él local. Otra vez la lepra comenzaba abajo en el marcador.

Desde el gol de Estudiantes, la historia se le complicó bastante al equipo de Fabbiani, el local creció y tuvo varias chances para aumentar en el marcador y si no ocurrió fue porque enfrente estuvo Keylor Navas quién le sacó dos pelotas de gol a los delanteros del Pincha y evitó con magistrales intervenciones la segunda caída de su arco.

El rojinegro se mostraba desorientado en el campo y solo encontraba una luz de esperanza en las esporádicas corridas de Luciano Herrera por izquierda, pero no lograba profundidad en el área contraria donde se debatía en inferioridad numérica el paraguayo, Cocoliso González.  Parecía una cosa juzgada la derrota transitoria, hasta que, en la última acción del primer tiempo, Silvetti desde la derecha metió un centro preciso para la arremetida de Herrera quién con un toque corto de primera dejo sin chances a Mansilla para señalar el 1 a 1. Nunca un gol fue tan bienvenido en este presente tan a contra mano de la lepra.

Para el complemento, Estudiantes movió piezas primero y mejor. Carrillo y Farías, más tarde Cetré y Manyoma; hasta José Sosa, fueron los elementos que utilizó Eduardo Domínguez para ganar el partido. Fabbiani por su parte buscó mantener el orden mandó al campo a David Sotelo y a Chiaverano para explotar alguna contra en lugar de Maroni y Silvetti que habían bajado el rendimiento a causa del lógico cansancio. Cambios para aguantar las embestidas del local.

Poco y nada paso hasta el final del cotejo, el trámite se volvió un bumerán para Newells porque Estudiantes volvió a visitar con insistencias el área de Navas, que volvió a ser figura evitando una y otra vez las posibilidades de gol del Pincha. Para el último tramo del encuentro llegó el festival de tarjetas rojas de Espinoza que primero expulsó a Carrillo y luego a Arzamendia. La lepra nunca pudo aprovechar esos 8 minutos que dispuso dos jugadores de más, aunque el empate sirve y mucho en este momento de bolsillo raídos de buenos resultados. El Ogro Fabbiani con orden y sacrificio trata de recomponer el camino del rojinegro en el torneo y para cumplir con ese objetivo este punto obtenido en La Plata le sirve y mucho.

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