Un rugbier francés fue suspendido por expresiones racistas en las redes sociales
Melvyn Jaminet, un jugador del seleccionado de rugby de Francia, fue suspendido por 26 semanas tras el escándalo de racismo ocurrido en Mendoza, que tuvo lugar cuando publicó un video en sus redes sociales con expresiones xenófobas dirigidas a personas de origen árabe en un presunto estado de ebriedad.
Este comportamiento fue rápidamente condenado por la Federación Francesa de Rugby, que lo apartó del equipo de manera inmediata. La sanción inicial era de 34 semanas, pero se redujo a 26 gracias a su compromiso de realizar ocho semanas de servicios comunitarios enfocados en la prevención del consumo de alcohol y la promoción de los valores del deporte contra el racismo.
La situación de Jaminet se agravó debido a su participación en el reciente Mundial de Rugby, donde representó a Francia. En el partido frente a Los Pumas en el estadio Malvinas Argentinas, tuvo una breve participación, pero lo que realmente marcó su estancia en Mendoza fue el desafortunado video publicado horas después.
Junto a sus abogados, el rugbier argumentó que el video era privado y realizado en tono de broma hacia un compañero de origen africano, pero esto no mitigó la reacción del público ni de las autoridades deportivas.
Su club, el Toulon, decidió mantener su contrato, destacando que apoyarán su proceso de “redención” para que pueda continuar su carrera una vez cumplida la sanción.
La multa de 30.000 euros impuesta a Jaminet también refleja la gravedad de sus acciones y la determinación de la Federación Francesa de Rugby de erradicar cualquier forma de racismo en el deporte. De no mediar una apelación exitosa podrá regresar al campo de juego a principios de 2025, justo a tiempo para el Torneo de las Seis Naciones.
El escándalo tuvo una gran repercusión en los medios franceses, aunque fue eclipsado por otra grave denuncia de abuso sexual contra sus compañeros de equipo Oscar Jegou y Hugo Aradou, quienes permanecen detenidos en Mendoza.
La Federación Francesa de Rugby condenó “en los términos más enérgicos” sus comentarios y calificó sus acciones como “inaceptables”. Además, se inició una investigación interna para abordar este y otros comportamientos que puedan afectar la integridad del deporte.