Asalto al Capitolio: un tuit de Trump fue un “llamado a las armas”
Extremistas de derecha y seguidores del republicano Donald Trump protagonizaron el asalto al Capitolio después de un tuit del expresidente que fue percibido como un “llamado a las armas”, dijo este martes el comité de la Cámara de Representantes que investiga el ataque al Congreso de Estados Unidos, el 6 de enero de 2021, en la séptima audiencia pública televisada.Además, se reveló más evidencia de que a Trump se le dijo, repetidamente, que sus afirmaciones de fraude electoral eran falsas cuando el Congreso certificó la victoria del presidente Joe Biden, y que el republicano continuó presionando de todos modos.
Liz Cheney, vicepresidenta de la comisión parlamentaria, dijo además que Trump recientemente intentó contactar a un testigo no identificado del comité, quien no contestó a la llamada y avisó a su abogado, informó la agencia de noticias AFP.
“Este comité ha entregado esa información al Departamento de Justicia”, dijo.
El comité de la cámara examinó el impacto de un tuit de Trump enviado el 19 de diciembre en el que instaba a sus seguidores a ir a Washington el 6 de enero para una manifestación que, prometió, sería “salvaje”.
El tuit fue enviado poco más de una hora después de una reunión que Trump mantuvo con su abogado Rudy Giuliani, el exgeneral Mike Flynn y Sidney Powell, otra abogada.
Un asistente de la Casa Blanca describió la reunión como “caótica”.
“El tuit de la 1.42 am alentó y provocó a sus seguidores, especialmente a los peligrosos extremistas de los Oath Keepers, los Proud Boys y otros grupos racistas y nacionalistas blancos que luchan contra el Gobierno”, dijo Jamie Raskin, miembro del comité.
Miembros de ambos grupos irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero de 2021, junto a cientos de seguidores de Trump, en un intento de evitar que se certificara la victoria del demócrata en las elecciones presidenciales. La violenta invasión del edificio legislativo dejó un saldó de cinco muertos.
“Un presidente que perdió una elección desplegó a una mafia que incluía peligrosos extremistas para atacar el sistema constitucional electoral y la pacífica transferencia del poder”, expresó Raskin.
Stephanie Murphy, otra miembro de la comisión, dijo que el tuit “sirvió como un llamado a la acción, y en algunos casos como un llamado a las armas”.
El grupo de investigadores también detalló cómo personajes del ala conservadora, como locutores de emisoras y youtubers, difundieron inmediatamente la convocatoria de Trump. Uno de ellos incluso mencionó la posibilidad de “atacar” el Capitolio.
Dos aliados cercanos de Trump, Flynn y el consultor político Roger Stone, tendrían conexiones con los Oath Keepers, aseguró el comité.
El comité parlamentario también aseguró que la movilización hacia el Capitolio fue planeada con anticipación, pero Trump solo decidió anunciarla durante un discurso ante sus seguidores en la mañana del 6 de enero cerca de la Casa Blanca.
“La evidencia confirma que este no fue un llamado a la acción espontáneo, sino más bien una estrategia deliberada que se decidió antes por el presidente”, dijo Murphy.
En la audiencia anterior del comité, Cassidy Hutchinson, asistente del jefe de Gabinete de Trump, Mark Meadows, había dicho que le contaron que el expresidente se abalanzó muy molesto sobre su conductor del Servicio Secreto y que agarró el volante de su limusina en un intento por unirse a la multitud que marchaba hacia el Congreso.
El comité trata de determinar si Trump y sus aliados tuvieron algún papel en planear o alentar la violencia ese día. Con ese objetivo citó a varios consejeros y personas allegadas al expresidente.
La comisión parlamentaria reprodujo los primeros fragmentos de videos tomados de testimonios a puerta cerrada la semana pasada donde habla el consejero de la Casa Blanca Pat Cipollone.
En su testimonio, Cipollone dijo que estuvo de acuerdo con que no había evidencia de fraude electoral significativo y que Trump debió conceder la victoria a Biden.
El comité quiso descartar la posibilidad de que Trump pudiera haber sido manipulado en cualquiera de sus intentos por anular los resultados de las elecciones.
“El presidente Trump es un hombre de 76 años, no es un niño fácil de impresionar”, advirtió Cheney, una de las pocas voces republicanas que aceptó participar en el comité.
“No puede eludir sus responsabilidades al ser deliberadamente ciego”.
Trump, quien coquetea con presentarse para las presidenciales de 2024, ha denunciado con vehemencia el trabajo del comité y el martes calificó a sus miembros como “mercenarios políticos” y “matones”.
El Partido Republicano ya anunció que va a archivar las conclusiones del comité si los conservadores obtienen el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de mandato de noviembre.