Medio Ambiente

22 de abril, cuidar la Tierra es cosa de todos,todos los días

El Día de la Tierra, conocido oficialmente como el «Día Internacional de la
Madre Tierra» y «Earth Day» por su nombre en inglés, se celebra todos los
años el día 22 de abril.

Por Prof. Norberto Ovando

Según las Naciones Unidas, “El Día de la Tierra tiene como objetivo alcanzar
un justo equilibrio entre el uso de los recursos naturales y las necesidades
económicas y sociales, de nuestras generaciones presentes y futuras”.

Se designa Día Internacional de la Madre Tierra por la Resolución 63/278,
aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de abril de
2009.

Más inversiones

El lema oficial para el Día de la Tierra de este año es:
“Invertir en nuestro planeta”.

“Es muy urgente aumentar las inversiones en la naturaleza para cerrar las
brechas de financiamiento climático y de biodiversidad y para ocuparse de
la necesidad de acelerar la restauración de la tierra en todo el planeta”,
señala el informe Estado del Financiamiento de la Naturaleza, especificando
que se debe mitigar las crisis climáticas, de biodiversidad y la degradación
del suelo, para cumplir estas metas se requiere multiplicar al menos por
tres los recursos que se dedican actualmente hasta 2030 y por cuatro hasta
2050.

El documento destaca que, “El ritmo de extinción de las especies, el
calentamiento global, el creciente número de fenómenos meteorológicos
extremos y las enfermedades zoonóticas como la COVID-19 refuerzan aún
más la necesidad de invertir en acciones sostenibles que mejoren la
resiliencia de los ecosistemas y aborden los retos sociales como la
seguridad alimentaria, el cambio climático, la seguridad del agua, la salud
humana y la mejora de la resiliencia ante el riesgo de catástrofes”.

Los autores del reporte indican que “La actividad humana y un modelo
económico que prioriza el crecimiento a corto plazo han dañado
enormemente los ecosistemas”, por lo que piden un cambio de mentalidad
que transforme la relación de las personas con la naturaleza. De lo
contrario, advierte, “La explotación irracional de los recursos naturales
generará cada vez mayores pérdidas financieras”.

Los sistemas económicos, financieros y productivos pueden y deben
transformarse para dirigir e impulsar el cambio hacia la sostenibilidad.

La sociedad debe incluir el capital natural en la toma de decisiones, eliminar
los subsidios perjudiciales para el medio ambiente e invertir en la transición
hacia un futuro sostenible.

Un año histórico para la comunidad ambiental mundial
Este Día Internacional de la Madre Tierra, necesitamos un cambio hacia una
economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el
planeta.

Los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes
que perturban la biodiversidad; como la deforestación, el cambio de uso del
suelo, los incendios forestales intencionales, la producción agrícola y ganadera
intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el
ritmo de destrucción del planeta.

Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a
combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero sólo lo
conseguiremos si todo el mundo pone su parte.

Los ecosistemas sanos nos ayudan a protegernos de las enfermedades
porque la diversidad de especies hace más difícil la propagación de
patógenos.

El bienestar de los jóvenes de hoy y de las generaciones futuras depende de
una ruptura urgente y clara con las tendencias actuales de deterioro del
planeta.

Hacer las paces con la naturaleza

A medida que la crisis climática se vuelve cada vez más grave, cada nuevo
Día de la Tierra adquiere una mayor importancia.
Los bosques y los océanos  (son los mayores productores de
oxígeno), forman el principal órgano respiratorio del planeta. Son de vital
importancia para mantener la vida en la Tierra y desempeñan un papel

fundamental, tanto, en la lucha contra el cambio climático y en limpiar
nuestro aire.

La contaminación del aire, según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), mata a 7 millones de personas cada año. En todo el mundo, 9 de
cada 10 personas respiramos aire contaminado debido a las emisiones del
tráfico, la industria, la agricultura y la incineración de residuos.

Desde lo psicosocial, esta contaminación, puede resultar que nos movamos
menos fuera de los espacios cerrados, por lo que se potencia el aislamiento
de las personas, debilitando redes y actividades compartidas, afectando
vínculos y tareas gratificantes y/o necesarias.

“La humanidad ha declarado la guerra a la naturaleza, algo tan insensato
como suicida. Las consecuencias de nuestra temeridad ya están provocando
sufrimiento humano, importantes pérdidas económicas y un aceleramiento
de la erosión de la vida terrestre”, dijo António Guterres, Secretario General
de las Naciones Unidas.

Conclusión

No tenemos que esperar cada 22 de abril para hacer cosas en favor de
nuestro planeta. Solo tenemos que cambiar nuestros malos hábitos. No hay
que consumir los recursos en exceso, no derrochar energía ni generar
desechos innecesarios.

No garantizar un aire limpio para los ciudadanos constituye una violación de
los derechos a la vida, la salud y el bienestar, así como el derecho a vivir en
un entorno saludable.

Los Gobiernos Nacional y Provinciales deben tomar medidas urgentes para
dejar de deforestar y comenzar a restaurar los ecosistemas.

Debemos actuar (audazmente), innovar (ampliamente) e implementar
(equitativamente). 

“Culpa al hombre de todo lo que le pasa a la tierra”- Friedrich
Nietzsche, Filósofo

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