Tras haber controlado los incendios forestales, regresaron los brigadistas santafesinos desde Esquel
Después de 15 días de comprometida tarea en Esquel, este viernes por la tarde regresaron a la provincia los brigadistas forestales que combatieron los focos de incendio en el Parque Nacional Los Alerces, de la provincia de Chubut. Se trata de un equipo conformado por 45 especialistas de la Brigada Forestal de Santa Fe, integrado por Bomberos Zapadores, Bomberos Voluntarios, personal de la Secretaría de Protección Civil Forestal, paramédicos y especialistas en comunicaciones, quienes habían viajado en un avión Hércules de la Fuerza Aérea.
Los brigadistas fueron recibidos por ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni; el secretario de Protección Civil y Gestión de Riesgos Marcos Escajadillo, y la secretaria de Gestión Institucional, Virginia Coudannes; entre otros funcionarios provinciales.
Orgullo, esfuerzo y compromiso
En la oportunidad, Cococcioni sostuvo que “este hecho es realmente muy importante. Estamos hablando de un contingente de personas, de Bomberos Zapadores, Bomberos Voluntarios y de Protección Civil que se sumó a un esfuerzo nacional de lucha contra el fuego en nuestra querida patria. Después de mucho sacrificio, de estar lejos de sus casas, arriesgando su vida, su integridad física, hoy podemos tenerlos todos en suelo santafesino, reencontrándose con sus familias. Vinimos a transmitirles nuestro orgullo, agradecimiento y reconocimiento de todo Santa Fe”. Asimismo, el Ministro destacó el profesionalismo de los brigadistas: “Estas son profesiones de riesgo. Ellos lo saben, nosotros lo sabemos y también que cada uno es una persona, atrás hay una familia y eso es lo más importante”.
Objetivo cumplido
A su turno, el director provincial de Protección Civil Zona Norte, Daniel Iglesias, que es bombero voluntario y estuvo a cargo de la delegación, explicó el trabajo realizado en Esquel: “Llegamos hace 15 días y tomamos contacto con el Comando Operativo para que nos asignen la zona a trabajar. El terreno tenía una altura promedio de 1.400 metros sobre el nivel del mar, tanto que ingresábamos con -4° y volvíamos con 30°de temperatura; eso hizo que tengamos un trabajo bastante complejo por los vientos, la altura y las pendientes”. De este modo, explicó: “Son tareas de riesgo, pero nuestros bomberos tenían la experiencia necesaria porque habían entrenado para eso y habían participado ya hace unos años en los incendios en Chile. Estamos orgullosos y satisfechos por haber cumplido con el objetivo. Cuando llegamos el incendio no estaba controlado y días después, por el trabajo de todos los que estábamos allí, se dio por controlado. Es muy importante haber sido parte de ese gran equipo”.