Testimonios que siembran conciencia: la campaña de CUDAIO recorre la provincia
“Donar es robarle un trozo de vida a la muerte”, dijo Miguel Destefanis, uno de los familiares de donantes que participaron del primer acto de la campaña que el Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (CUDAIO) lleva adelante en toda la provincia durante mayo. Bajo el lema “Donar órganos es donar vida. Plantemos una semilla de esperanza”, la iniciativa busca visibilizar y poner en valor el gesto de quienes, en momentos muy difíciles, dijeron que sí a la donación.
El primer encuentro tuvo lugar en Rafaela, frente al Hospital Regional “Jaime Ferré”, donde se plantaron los primeros árboles de una campaña que alcanzará los 1.300 ejemplares: uno por cada persona que, desde 1982, donó sus órganos en Santa Fe. Pero más allá de los árboles, lo que crece en cada acto es la palabra de las familias. Testimonios que dan cuenta del significado de la donación y que invitan a reflexionar.
Miguel, oriundo de Rafaela, compartió su historia con todos los que estaban presentes: “nuestra hija Micaela necesitaba un trasplante de hígado y lo recibió en 1998. Lamentablemente, el 20 de febrero de 1999 falleció tras un rechazo. Pudimos donar sus válvulas y córneas. Y hoy no tenemos dudas de que hicimos lo correcto. Donar órganos es que alguien más pueda seguir viviendo, compartir una mesa, celebrar una fecha, estar con los suyos”, expresó.
Con la misma convicción, agregó: “muchas veces cuesta tomar la decisión, más aún frente a una muerte repentina. Pero los médicos hacen todo por salvar la vida. Cuando eso ya no es posible, tenemos una oportunidad: decir sí a la vida. Si no lo hubiéramos hecho, hoy estaríamos arrepentidos”, concluyó.
Difundir, educar, desmitificar
María Cristina Bertero también fue parte del acto en Rafaela. Su testimonio se remonta a 43 años atrás, cuando, en un contexto muy distinto, también dijo que sí.
“En aquel momento no teníamos el desarrollo científico que tenemos hoy, pero ya el Incucai y el Cudaio estaban trabajando. La ablación fue de riñón, bazo y córneas. El donante tenía 29 años. Ese acto de donar nos dio una paz inmensa. Saber que algo sigue viviendo, que ayudamos, fue un consuelo profundo”, relató.
Cristina también recordó con gratitud el acompañamiento institucional: “durante muchos años, por cada Navidad, llegaban notas del Incucai o CUDAIO agradeciendo el gesto. Y también me avisaron cuando fueron trasplantados los órganos. Eso fue muy valioso”.
Ambos coinciden en un mensaje claro: la donación no sólo salva vidas, también transforma el duelo. “Estos actos sirven para difundir, para educar, para desmitificar. La educación es fundamental para construir conciencia”, afirmó Cristina.
La campaña de CUDAIO continuará durante mayo. Este viernes fue el turno de Ceres y Hersilia, en el Departamento San Cristóbal, y en las próximas semanas habrá nuevas convocatorias en distintos puntos de la provincia. Con cada árbol plantado y cada testimonio compartido, el sistema público de salud fortalece su compromiso con una sociedad que valora la vida, incluso en los momentos más difíciles. La red de salud santafesina, con la coordinación de CUDAIO y el acompañamiento de las familias, sigue construyendo una cultura solidaria, donde donar es una decisión que deja huella.