¿Síntomas gastrointestinales y fertilidad? La pregunta que nadie te hizo
En junio se conmemora el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad y, en ese contexto, es importante destacar el papel que la inflamación crónica sistémica de bajo grado tiene en la búsqueda de un hijo.
Pero si la inflamación persiste pasa a ser crónica y puede llegar a dañar células, vasos sanguíneos y tejidos, con el consiguiente perjuicio en la salud.
Este proceso crónico puede afectar cualquier parte del cuerpo, incluso los órganos reproductores que son, quizás, los más sensibles del organismo.
¿Por qué preguntar por síntomas gastrointestinales? Una de las causas de esta inflamación crónica puede ser la presencia de un intestino permeable, una afección que deja pasar al torrente sanguíneo moléculas que no deberían hacerlo y generar también reacciones inmunológicas y hormonales que se pueden traducir en distintas enfermedades crónicas.
La disbiosis (desequilibrio de la flora microbiana) a nivel intestinal también puede ser causal de un intestino permeable.
En el ámbito de la fertilidad, estos cambios pueden repercutir, por la misma inflamación, en la microbiota de otros órganos y tejidos, como el vaginal y el de la cavidad uterina y afectar así su normal funcionamiento.
Por ejemplo, si se afecta la microbiota a nivel de la cavidad del útero, también puede hacerlo la receptividad endometrial y ser causa de fallas de implantación, de abortos recurrentes y hasta de otras patologías del embarazo más avanzado.
La microbiota de los distintos órganos pueden estar afectadas por disbiosis locales y no ser consecuencia de la alteración a nivel de la disfunción y de la microbiota intestinal, pero dada la interrelación entre todos los sistemas que conforman el cuerpo humano es que tenemos que pensar en la parte y en el todo y actuar en consecuencia.
El intestino tiene un efecto directo e indirecto sobre todas las células del cuerpo. Repararlo puede resolver o mejorar muchas de las enfermedades crónicas.
¿Cómo hacerlo? La alimentación y, eventualmente, los suplementos nutricionales son la clave. Son herramientas importantes para tratar los desequilibrios del cuerpo.
Incorporar una dieta saludable, antiinflamatoria, depura y detoxifica el intestino, modifica de manera positiva el perfil de su microbiota y ayuda a reducir la inflamación y permeabilidad intestinal y, por lo tanto, de los diferentes órganos. Estos beneficios, a su vez, pueden lograr una mejoría a nivel de la fertilidad.
La actividad física, disminuir el estrés, reducir la exposición de tóxicos, el yoga, la meditación, una buena sexualidad, además del counselling y la psicología, son prácticas y herramientas que pueden ayudar a que el cuerpo funcione en su mejor versión.
Esta mirada integrativa para el tratamiento y el acompañamiento del paciente es la que va a dar las mejores posibilidades de éxito.
Fuente: Télam