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Siempre se puede estar peor: Newells volvió a perder en el Coloso con una nueva avergonzante actuación

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La incertidumbre, el desconcierto y la improvisación que se vivió en el banco de suplentes cuando tras el empate transitorio del conjunto santiagueño cuando los tres supuestos técnicos hicieron sentar, precalentar y volver sentar a los posibles reemplazantes marca un poco este presente aciago, triste de Newells, un equipo al cual el piso de su caída nunca parece encontrarse y que en cada partido se esfuerza para estar un poquito peor. Triste final, como si fuera la letra de un tango, fue la imagen que se vio en el cierre del cotejo, tan propio reflejo de un equipo que parece estar “tirado en la cancha y librado a su suerte”.

Newells salió a jugar el encuentro con actitud, ocupando los espacios en el campo contrario, tratando de imponer condiciones con buena circulación de pelota a través de Miljevic y Banega, que tomaron la posta para convertirse en las usinas de su futbol. Esa buena predisposición en la cancha le permitió dos interesantes aproximaciones contra la portería visitantes con sendos remates desviados de Fernández Cedrés que ilusionaron a los hinchas de poder disfrutar de una buena jornada en el Coloso.

Esa intención del local carecía de correlato en situaciones reales de riesgo contra el arco de Central Córdoba, que por su parte se guarecía bien cerca de Ingolotti. La estrategia de De Felippe era simple, entregarle la pelota y el terreno al local, para apostar a una contra, poco y nada de eso le resultó por propias impericias de los encargados de generar juego en la visita.  

A los 11’ Miljevic exigió a Ingolotti con un remate desde afuera del área, el clima pesado y la alta temperatura atentaba contra la dinámica de los protagonistas. La sociedad Banega-Miljevic aparecía con intermitencias y por esa razón la lepra se diluía rápidamente en ataque ante un rival que se conformaba con su rol de permanente espera.

A los 17’ Matías Godoy probó a Hoyos con un disparo rasante, Central Córdoba se fue animando de a poco y empezó a jugar más tiempo en campo contrario. Otra vez el croata obligó al arquero a otra buena respuesta, poco argumento para tener reales aspiraciones. El equipo santiagueño es un conjunto de individualidades que dejaban al descubierto las limitaciones para el manejo criterioso de la pelota y esa fue la principal razón por la cual Newells no padeció mas preocupaciones en las cercanías del arco de Hoyos.

Sobre los 25´ Rodrigo Atencio se lo perdió solo frente al arquero leproso ante una mala cobertura defensiva de los zagueros del local y en la jugada siguiente Silvetti frotó la lampara de su insolencia futbolística y con un remate de zurda clavó el balón en el ángulo derecho de Ingolotti para señalar el 1 a 0 , golazo de un juvenil que tiene todas las condiciones para convertirse en el gran delantero que Newells necesita y desahogo  de los hinchas que se acercaron al Marcelo Bielsa en la tórrida tarde rosarina.

Cuando el primer tiempo se terminaba, Atencio devolvió gentilezas y también incrustó la pelota en el ángulo de Hoyos, que se quedó parado ante el magistral remate del volante ofensivo del conjunto santiagueño. El 1 a 1 hizo que la lepra se vaya al vestuario masticando bronca porque nada le sale y todo parece conspirar para complicarle esté presente que lo tiene sumergido en la mediocridad.

Para el complemento el equipo estaba más que obligado a cambiar el chip para intentar otra cosa y buscar el triunfo con otras armas y en el comienzo de la segunda etapa daba la impresión que la suerte le hacia un guiño cuando a los 3´ Miljevic (el mejor jugador local) desde la puerta del área con un remate rasante dejó parado a Ingolotti para colocar el 2 a 1. La lepra se ponia pronto arriba en el marcador con una jugada preparada que, por fin, dio sus frutos.

Pero la alegría le duró poco porque a los 11´ Florentín le pegó desde lejos, la pelota dio en el travesaño y con tanta mala fortuna para Hoyos, que el balón le dio en su espalda y se terminó metiendo en su propio arco. El 2 a 2 hacía que Newells vuelva a tener que remar contra la corriente. En los minutos siguientes al empate, la visita se plantó mejor y hasta pudo aumentar el tanteador con un cabezazo de Cabral que se fue muy cerca ante el quedo inexplicable de Hoyos. La lepra entró en un cono de imprecisiones donde la pelota le quemaba a la mayoría de los jugadores.

A los 29´ llegó el tercero de Central Córdoba cuando un desborde por izquierda derivó en un centro a la cabeza de Cabral quien ante la pasividad de los defensores locales derrotó a un Hoyos que otra vez se mostró estático y sin respuestas. El 3 a 2 fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los hinchas que empezaron a agarrársela con los jugadores y con el mandamás de la institución. Newells sufrió una nueva lacerante derrota de local, jugando mal la mayor parte del cotejo y dejando la sensación de que siempre se puede estar peor. Si llega Soso necesitará de una cirugía mayor, en lo futbolístico y en lo anímico para levantar un equipo que hace un buen rato ya, dejo de ser tal…

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