¿Será esta vez?: El radicalismo y la gran oportunidad de volver a ser protagonista en Santa Fe
El clima electoral va tomando calor, tanto como la temperatura ambiente que nos tiene a maltraer a los santafesinos con unos días agobiantes que se convirtieron en una verdadera tortura. Los partidos están delineando estrategias para este 2023 electoral, y “van orejeando las cartas que tienen en su mazo” para poder presentar la mejor mano posible en la mesa de juego, cuando “las urnas inviten a jugar” para definir quien será el encargado de gobernar los destinos de la provincia, de los municipios y de las presidencias comunales por el próximo periodo. Casi nada o casi todo, “surtido como en botica”.
La oposición ya fijo postura, mientras algunos incitan el armado de un gran frente opositor, otros se ocupan de proyectar gestiones de gobierno para ofrecerles al electorado opciones válidas para elegir y con la premisa recurrente de que lo que viene será mejor, al menos en la teoría siempre han sido así las cosas, aunque el tiempo y la realidad, muchas veces, nos ha hecho estrellarnos con la crueldad del desencanto que provocan, las promesas incumplidas.
“Juntos por el Cambio” en la provincia viene ávido de protagonismo, de querer ocupar un lugar estelar en el concierto de posibilidades. La victoria del espacio en las intermedias nacionales del año 2021 ha envalentonado sus expectativas, generando un estadío de exitismo que los más vehemente se encargan en hacer público a los cuatro vientos, mientras que otros, los más razonables, tratan de mantener los pies sobre la tierra y continúan trabajando para fortalecer “el contenido y el valor de la oferta”.
El radicalismo esta atravesando un reverdecer de su valor agregado, el centenario partido en la interna de Juntos por el Cambio en las últimas intermedias obtuvo el primer y segundo lugar de las preferencias de la gente entre las cuatro propuestas que compitieron y donde el PRO figuraba como la alternativa más promocionada en el escaparate de opciones. Scarpin, Losada y Pullaro se llevaron la mayor aceptación popular en las urnas, minimizando el “poderío” que ostentaban Federico Angelini en dueto con Amalia Granata, que tenían a su favor “la lapicera” para hacer campaña y el “apoyo de los popes del macrismo”, que llegaron en malón a Santa Fe para bendecir a sus candidatos.
Juntos por el Cambio transita a nivel nacional una dura puja entre Horacio Larreta y Patricia Bullrich y eso que aún Mauricio Macri mantiene en vilo al espacio con su decisión de participar o no. Tanto el Jefe de Gobierno como la ex ministra de Seguridad de la Nación se dispensan, sin ningún tapujo, críticas a doquier tratando en todo momento de desvalorizar y dejar mal parado al otro ante la sociedad, cosa de “halcones y palomas” como dicen puertas adentro de la fuerza, Mientras Gerardo Morales y Facundo Manes apuestan a otro tipo estrategia, mas ligada a la historia misma de la UCR y que resiste las posiciones extremas y radicalizadas.
En Santa Fe, el diputado de Evolución, Maximiliano Pullaro y el diputado nacional Gabriel Chumpitaz se han puesto el “sayo de halcón” y obran en consecuencia, otorgándole una contundente virulencia a sus discursos, no solo, con feroces reproches al actual gobierno provincial, sino con “golpes bajos” y “ataques dialécticos” contra los posibles adversarios en la interna del espacio, “Nos quieren llevar al barro de la política a todos”, se lamentó un avezado dirigente socialista rosarino a este medio sobre las formas y los modos con los cuales ambos dirigentes han iniciado la campaña rumbo a las PASO. Pullaro esta convencido que el desarrollo territorial del radicalismo va acompañar su candidatura, a partir de esa creencia elabora y edifica su convencimiento.
Del otro lado del mostrador, están los Senadores Nacionales, Dionisio Scarpin y Carolina Losada, con otra impronta, con perfiles definidos que transitan por otros caminos, siendo ellos más moderados y morigeradas sus acciones, para de esa manera poder presentar una opción diferente dentro del frente, en donde no todo sea “blanco o negro”, buscando generar con sus formas los necesarios matices que permitan llegar a los consensos y las soluciones que la sociedad santafesina requiere. El resultado electoral del 2021 es una referencia inevitable rumbo a los comicios de este año y ambos son conscientes que es muy probable volver a ganar la interna. Sustentan esa presunción en que Losada le da un importante anclaje electoral en el sur de la provincia y Scarpin musculatura y capital de votos en el centro-norte santafesino. “Veo el futuro repetir el pasado”, bien podría cantar el pelado Cordera sobre el devenir de los hechos.
De los otros actores que pueden participar dentro del frente, el PRO es el que llega más debilitado, la derrota electoral que padeció el diputado nacional Federico Angelini en las intermedias en manos del radicalismo le quitó margen de acción y esta sopesando mucho donde y cómo jugar. “Estar va estar, es un animal de la política y no sabe de renunciamientos”, nos aportaba un integrante de la ex Cambiemos sobre el futuro del vicepresidente del PRO. El Socialismo también cuenta con sus demonios, ni Mónica Fein ni Clara García han dado señales claras para poder confirmar su participación dentro del amplio armado opositor.
Deben primero superar la instancia del congreso partidario del mes de mayo, todo un intríngulis para el “partido de la rosa” que ya le ha dado el sí al mandatario de Córdoba, José Schiaretti, para integrar una alternativa electoral por afuera de la grieta. El problema aparece si también deciden formar parte de un armado con Juntos por el Cambio en la provincia, allí entrarían en un terreno de peligrosa ambigüedad electoral. “Hasta ahora van a jugar con nosotros, eso está seguro, después lo que hagan en su provincia es una decisión de ellos, si juegan con el macrismo es algo que los puede perjudicar con su electorado, es un tema que no nos incumbe”, señaló a La Voz de Rosario un encumbrado dirigente muy cercano al gobernador cordobés.
La “verdad de la milanesa” indica que de cara a las PASO, donde empezará a estar en juego el Sillón del Brigadier López, todo indica que es muy probable que pueda darse un mano a mano entre Pullaro y Scarpin para definir quien pondrá su nombre en la boleta a gobernador en las elecciones generales. Al ex ministro de Seguridad de Lifschitz le juega en contra que muchos santafesinos consideran que fue parte del problema y lo responsabilizan por el crecimiento del flagelo durante su gestión. En cambio, Scarpin llega con su “placard en orden y acomodado” y con una buena forja de servicios debido a sus mandatos como intendente de Avellaneda. El legislador tiene en el diálogo y el consenso una bandera pero dejando en claro siempre que “lo cortes no quita lo valiente” y eso precisamente es lo que quizás le otorgue un plus extra para motivar empatia con el votante de la provincia.
El radicalismo está ante la gran oportunidad de poder recuperar el protagonismo perdido en Santa Fe y hasta está en condiciones de poder quedarse con el gobierno de la provincia. La gente esta enojada con la clase política, la grieta ha sido una mala receta que ha conducido a sucesivos fracasos al gobierno nacional y enemistado a la sociedad argentina. Scarpin y Pullaro tienen formas diferentes en la concepción de sus políticas e intentar terminar con la lógica amigo-enemigo que tanto daño nos ha hecho también será su responsabilidad. “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, de eso también se trata la política y abrigamos la esperanza que el electorado santafesino así lo entienda llegado el momento y “ojalá ganen los buenos”…