Provincia de Santa FeSalud

Seguridad Alimentaria: Se identificó toxina botulínica en conservas de vizchacha procedentes de San Luis

El Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe, a través de la Dirección de Epidemiología y la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal) informan a la población de la ciudad de Rufino y localidades aledañas del departamento General López, que posean o hayan consumido a partir del 17 de noviembre de 2024 escabeche de vizcacha de elaboración casera, sin rótulo procedente de la provincia de San Luis, que se identificó la presencia de toxina botulínica, indicando que el alimento se encuentra contaminado. El análisis de esos productos fue realizado por la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis) Dr. Carlos G. Malbrán. 

Por lo tanto se solicita a la población: 

* Quienes tengan frascos de este producto en su poder: que  se  abstengan de  consumirlos, o desecharlos;  que mantengan los envases cerrados y separados de otros  alimentos  y que,  asimismo,  se comuniquen con la Agencia de Alimentos, de su localidad para coordinar su entrega, con la finalidad de ser analizados por el laboratorio de ASSAl.

* Acudir al centro de salud más cercano a aquellas personas que, luego de las 8 horas (máximo 8 días) posteriores al consumo de este producto presenten las siguientes manifestaciones: dolor abdominal, diarrea y vómitos; visión  doble, dificultad  para  hablar  y  tragar, sequedad  de  boca; debilidad generalizada,  falta de aire, malestar general.

Qué es y cómo evitarla

El botulismo es una enfermedad transmitida por consumir alimentos contaminados con una bacteria presente en la tierra o en el polvo que posee una neurotoxina y puede ocasionar un cuadro clínico grave. Para evitarlo se deben:

* Consumir alimentos seguros

* Lavar con agua potable las frutas y los vegetales.

* Evitar dar miel a los niños menores de un año: el botulismo del lactante es una enfermedad potencialmente mortal que afecta a los niños de este grupo etario. 

* No ingerir alimentos contenidos en latas que presenten abombamientos o tapas hinchadas, o conservas caseras sin fiscalización o de establecimientos no habilitados.

* Para prevenir el botulismo es clave incorporar estos hábitos y consumir alimentos inocuos que atraviesan los procesos de fiscalización de ASSAL y Senasa relacionados con su elaboración.

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