Se cumplieron 80 años de una conquista histórica para los trabajadores mercantiles
Hace unos días se conmemoró los 80 años de la primera personería gremial registrada en la historia del sindicalismo argentino, otorgada a la entonces Confederación General de Empleados de Comercio de la República Argentina, organización que con el paso del tiempo llegó a convertirse en la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS). Fue el 11 de diciembre pasado
Este reconocimiento oficial, que data del 11 de diciembre de 1945, marcó un antes y un después en las relaciones laborales del país, al habilitar a una organización de trabajadores a tener representación legal para negociar colectivamente, reclamar derechos y defender a sus afiliados ante empleadores y el Estado. Fue la primera entidad en obtener personería gremial Nº 1, un número que simboliza la pionera conquista de legitimidad sindical en Argentina.
La FAECYS, con más de un millón de trabajadores mercantiles y de servicios bajo su órbita, sigue siendo uno de los actores más influyentes del sindicalismo argentino. Nacida de la consolidación de los empleados de comercio a principios del siglo XX —sus antecedentes se remontan a la Sociedad de Dependientes de Comercio de 1880—, ha jugado un rol central en la institucionalización de la organización laboral y la defensa de los derechos de sus representados.
La personería gremial otorgó a la organización herramientas clave: no solo la posibilidad de negociar salarios y condiciones de trabajo en convenios colectivos, sino también de representar legalmente a los trabajadores, participar de la vida pública y ser interlocutor válido frente a las autoridades y cámaras empresarias. Este avance institucional fue crucial para estructurar el sindicalismo moderno en Argentina y permitió, entre otras cosas, que el sector mercantil contara con normas y acuerdos que regularon progresivamente sus condiciones laborales.
Dirigentes sindicales, afiliados de distintas filiales y referentes del movimiento obrero destacaron la importancia de recordar este aniversario no solo como una efeméride, sino como un símbolo de la unidad y la lucha colectiva de los trabajadores. En un contexto económico y social donde las discusiones sobre empleo, inflación y derechos laborales vuelven a estar en la agenda pública, el legado de aquellos primeros pasos de organización sindical cobra renovada vigencia.
“Es fundamental entender que la personería gremial no fue un simple reconocimiento formal: fue la herramienta que legalizó la voz de los trabajadores frente a los patrones”, señalaron desde distintos sectores del gremio, subrayando que, ocho décadas después, ese derecho sigue siendo central para la defensa de condiciones dignas de trabajo.
