Se conocerá el veredicto en la causa por la apropiación de Victoria Donda
El Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 6 de CABA dará a conocer este lunes su veredicto en el juicio contra el exmarino Adolfo Donda Tigel, juzgado por su responsabilidad en la apropiación y ocultación de la identidad de su sobrina Victoria Donda Pérez, nacida en el centro clandestino de detención de la ESMA durante el terrorismo de Estado.
El tribunal, integrado por los magistrados Ricardo Basílico, María Gabriela López Iñiguez y Daniel Horacio Obligado, emitirá su sentencia desde las 14 en la sala SUM de los Tribunales ubicados en Comodoro Py 2002 de esta capital, tras dar lugar a las últimas palabras del acusado.
“Yo espero que se haga justicia y eso implica que él, Adolfo Donda Tigel, sea condenado por haber participado del delito de mi apropiación. Sigo apostando por nuestras instituciones y estoy convencida de que luego de las pruebas presentadas, de los testimonios otorgados por los testigos, el único camino posible es que se lo condene”, expresó Victoria Donda en diálogo con Télam.
Historia del horror
Su padre, José María Laureano Donda Tigel, fue secuestrado a los 21 años, al igual que su madre, María Hilda “Cori” Pérez, quien por ese entonces estaba embarazada de cinco meses y daría a luz a Victoria en cautiverio en 1977 en la maternidad clandestina que funcionaba en la ESMA.
Victoria fue apropiada por el prefecto Juan Antonio Azic -represor ya condenado- y recién podría recuperar su identidad 27 años después, en octubre de 2004, gracias a la labor conjunta de Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión Hermanos de la Regional Capital de H.I.J.O.S.
La exfuncionaria bonaerense y actual parlamentaria del Mercosur refirió que el juicio que se extendió por casi un año y medio “no fue una causa sencilla” de sobrellevar y que implicó “un alto costo en términos personales” pero que “lo vivió muy acompañada”.
“Fue muy difícil también por lo que está viviendo el país, rodeado de discursos de odio, negacionistas, de discursos que reivindican la dictadura, el horror y el secuestro. Esos discursos son parte de la puesta en acción de este modelo económico que ya fue implementado por la dictadura”, analizó Donda.
Asimismo, la nieta restituida resaltó el “rol fundamental” que cumplen en general, y en esta causa en particular, “fiscales y abogados querellantes así como los sobrevivientes que aportaron su testimonio a pesar de haber sido vapuleados por la defensa”.
En todo el proceso, así como durante el alegato de la defensa que se extendió por cuatro audiencias, el abogado Guillermo Fanego calificó en reiteradas ocasiones de “mentirosos” -entre otros agravios- a los testigos, esgrimiendo que “toda referencia para corroborar algún testimonio está basado en el dicho de una persona que está fallecida, desaparecida o de algún oficial fallecido que integró los cuerpos de la ESMA”.
Donda señaló que “los sobrevivientes fueron revictimizados y vapuleados por la defensa. Les pedí disculpas, no en nombre propio, sino en nombre de la historia, porque fue de un nivel de crueldad increíble”, añadió.
El juicio
Durante sus alegatos, tanto la querella como la fiscalía pidieron que se condene a Donda Tigel a 15 años de prisión, máxima pena prevista para los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de un menor de 10 años -en este caso perpetrados contra su propia sobrina-, y que los mismos sean declarados crímenes de lesa humanidad; en tanto la defensa pidió su absolución.
La querella de Abuelas de Plaza de Mayo, representada por los abogados Emanuel Lovelli y Carolina Vilella, se refirió durante su alegato al hecho de que Donda Tigel haya tenido que comunicar a su superior que tenía un hermano militante de la organización Montoneros.
En la primera indagatoria, al exmarino se le preguntó por qué le trasmitió información a su superior respecto de su hermano José María.
La respuesta del imputado fue que “debía denunciarlo para que lo investigaran” y que “no tenía intención” de encontrarse con él, porque de encontrarlo en actividad “seguramente iba a tener que actuar en consecuencia”.
En las palabras del propio Donda Tigel “no había excepciones, ni siquiera de sangre”.
En el caso de la defensa, uno de los argumentos centrales para sostener la inocencia del acusado es que “no estuvo imputado en la causa 1.270 ni en ‘ESMA Unificada’ por los hechos ocurridos durante el período que va de 1977 a marzo de 1978”, y que ello sería “pauta suficiente” para probar la “ajenidad total” de Donda Tigel respecto a lo que sucedía en esas instalaciones en ese período.
Al momento de nacer Victoria, su tío no era parte del plantel estable de represores de la ESMA, pero era “visto con frecuencia”, según dieron cuenta varios testigos.
A partir de 1978 ese fue su destino, donde llegó a estar a cargo de la jefatura de Operaciones y de Inteligencia Táctica.
La fiscalía resaltó durante su alegato que el crimen cometido por el acusado es “un caso especialmente atroz” en tanto “muestra la atrocidad propia de toda apropiación de niños nacidos en cautiverio con sus madres durante el terrorismo de Estado”, pero destacó que en, en esta oportunidad, además, “se suma que el acusado, como parte del sistema represivo, cometió estos delitos contra su propia familia, lo que lo convierte en un caso único en la historia de estos juicios”.
“La verdad es que estoy muy agradecida tanto a los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo que me representaron así como a los auxiliares de Justicia, tanto de la Fiscalía, en este caso encabezada por (Pablo) Parenti. El único interés que yo tengo es que se logre alcanzar la justicia”, concluyó Victoria.
Se trata del tercer juicio que enfrenta Donda Tigel, quien ya fue condenado a prisión perpetua en las causas “ESMA II” y “ESMA Unificada” por ser coautor de los secuestros, torturas, homicidios y sustracción de menores en perjuicio de alrededor de 400 víctimas en el centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura, en su carácter de jefe de Operaciones del Grupo de Tareas 3.3.2.
Actualmente el represor se encuentra cumpliendo condena en la unidad 31 de Ezeiza y aún no se sabe si concurrirá de manera presencial a los tribunales de Comodoro Py o si lo hará vía remota desde el penal donde está detenido.
La audiencia es pública y será transmitida vía YouTube por la página del Poder Judicial y por el portal La Retaguardia.