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¿Reelección o sucesión?: esa es la cuestión

En la preciada marquesina de la Reforma Constitucional santafesina el tema sobre la reelección del cargo a gobernador es el que se lleva todas las luminarias de la atención pública, porque de un lado y del otro del mostrador del poder en la provincia, esta cuestión se ha convertido en la deseada “sortija” del carrusel reformista, la cual todos quieren hacer suya, para de esa manera poder propiciarle o no, un nuevo mandato a Maximiliano Pullaro y a todo gobernante que lo preceda. A fin de cuentas, el tratamiento de la nueva Carta Magna de Santa Fe puede llegar a convertirse en un “botín político” si el interés de la Constituyente solo va a pasar por otorgarle una prórroga de cuatro años a todo mandatario de la provincia que llegue a sentarse en el sillón del Brigadier López.  

En breve empezarán los escarceos y las reuniones para dar inicio a las distintas instancias que deberá atravesar el espíritu reformista que intenta cristalizarse en una nueva Constitución, que se espera sea moderna y adaptada a las necesidades actuales de todos los santafesinos. El oficialismo con importante mayoría de convencionales intentará con seguridad imponer sus ideas e intereses al resto, algo que no será sencillo porque no solo deberá acordar cosas con la oposición, sino sortear diferencias puertas adentro de su propio espacio, porque Unidos es una enorme alianza provincial con muchos matices ideológicos. “No todos tenemos un pensamiento único sobre cada uno de los puntos a modificar”, advirtió a este medio – con reserva de identidad – un dirigente afín al frente gobernante.

Lograr modificar la Constitución en el ítem de la reelección del gobernador no es suficiente por si sola para garantizarle un triunfo en las urnas a Pullaro en el 2027, siempre y cuando, el dirigente radical decida volver a postularse, porque para la política electoral dos años pueden llegar a ser una eternidad, un buen tiempo que puede llevar a cambiar radicalmente el humor social, ese que se convierte o no, en un aliado indispensable para permitir el triunfo de un candidato. Otra situación a analizar es el deterioro que genera – en cada dirigente que ocupa un cargo- llevar adelante una gestión, mas aún en una provincia tan compleja y tan amplia en lo territorial como Santa Fe. “El cuerpo siempre te pasa factura en la política”, había señalado oportunamente a quien escribe esta columna, Juan José Álvarez cuando era Jefe de Campaña de Sergio Massa, candidato a Presidente en el 2015.

Pullaro perdió 21 puntos de apoyo en la última elección y mira con preocupación el crecimiento del libertarismo en la provincia.

El punto en discusión sobre la renovación de votos de confianza a un mandatario es el que pasa por saber si será efectiva y aplicable al actual gobernador o si la misma entrará en vigencia a partir del próximo mandato. Existe dentro de la misma fuerza oficialista alguna discrepancia al respecto, sobretodo de un sector del socialismo, socio importante dentro del espacio gobernante en la provincia, que vería con buenos ojos que la modificación empezara a jugar en los comicios del 2031. Aunque el punto de inflexión en las futuras aspiraciones políticas de Unidos pasa hoy por otro carril, por saber cómo lograr frenar la escalada libertaria en Santa Fe y también, en cómo evitar una mayor sangría de votos, ya que, en un año y chirolas de gestión, llegó a perder un 21% de acompañamiento electoral.

Si el clima de conflictividad continúa en escalada con álgidos epicentros en los reclamos de docentes, municipales provinciales, judiciales, estatales y jubilados, como también en los ciudadanos a pie de la provincia que resoplan enojo a cada rato debido a los fuertes aumentos en las tarifas de los servicios de aguas y luz, el tema de la reelección se puede llegar a complicar bastante, porque el electorado santafesino ha dado recurrentes muestras de que “lo que te da, te lo quita con la misma facilidad”, siendo algo que deberían prestarle debida atención los candidatos de esta provincia de vez en cuando, sobretodo, en momentos en que los mismos no se encuentren demasiado ocupados mirándose su “propio ombligo”.   

Para la oposición también hay una ardua tarea por delante, la de generar una alternativa válida para ofrecerle a la sociedad llegado el momento de elegir un nuevo Ejecutivo provincial. En ese rubro de presunciones, Amalia Granata sigue siendo una jugadora que seduce mucho, Juan Monteverde otro de los importantes referentes en Santa Fe, deberá primero sortear la elección del 29 de junio para saber con qué peso electoral cuenta para proyectarse a futuro. Un nombre que empezó a tallar nuevamente en las charlas de las mesas políticas del escenario santafesino, es el de Omar Perotti, el ex gobernador a recuperado imagen dentro del peronismo, a pesar de haberse recluido últimamente y solo por la simple comparación de lo que fue su gestión contra la del gobierno actual ha vuelto al ruedo. “Estábamos mejor con Omar”, la recurrente frase que empieza a tallar con asiduidad entre dirigentes políticos y gremiales identificados con el peronismo No K en la provincia y muchos de esos referentes sueñan que los principales actores de la oposición se unan dándole forma a un nuevo frente que se oponga a Unidos.  

La diputada Amalia Granata sigue siendo la opositora mas ferviente al actual gobierno provincial.

Pero hay un acertijo que mantiene en vilo al oficialismo, y que pasa por saber ¿hasta dónde crecerá La Libertad Avanza en Santa Fe?, las elecciones a Convencionales Constituyentes fueron un claro aviso de que el espacio de Javier Milei llegó a la provincia para disputarle el poder a Unidos y en ese camino las señales empiezan a ser más precisas, como ocurrió con el caso del desplante hecho por Francos y Caputo hacia el gobernador Pullaro, al dejarlo afuera de un zoom con los gobernadores. El ex ministro de Seguridad con certeza pasará a formar parte de la “lista negra” del libertario, con lo cual es lógico suponer mucha turbulencia en el vínculo inmediato entre Nación y Provincia. Después de la elección por la Reforma y viendo el crecimiento de LLA, el líder de Evolución decidió tensar más la cuerda con el gobierno nacional, un cambio de estrategia obligado, ya que el entorno del mandatario comprendió que haber sido condescendiente con el presidente no le otorgó ningún rédito en las urnas.

Los comicios municipales de fin de junio y las elecciones nacionales del mes de octubre serán un buen termómetro electoral, que seguramente mirará con mucha atención el gobierno provincial, para quizás a partir de ello, definir su estrategia rumbo al 2027. ¿Será reelección o sucesión?, eso dependerá de que, si el mandatario llega a esa instancia con el “viento a favor” de la gestión o “si el deterioro en su capital electoral, algún imponderable o una causa de fuerza mayor” lo obliga a abdicar su candidatura llegado el momento, por lo que resultaría inteligente de su parte delinear con cierta anticipación algún Plan B al cual recurrir por si acaso. Quedan aún dos años para la próxima contienda electoral por la gobernación, puede resultar mucho tiempo teniendo en cuenta un electorado tan voluble como el de esta provincia, situación que nos remite a la leyenda escrita en un cartel colgado en la puerta de un viejo almacén de barrio: “Hoy se fía, mañana no”, algo parecido a lo que sucede con el respaldo del votante santafesino a un candidato en esta provincia. Desde ya quedan debidamente notificados…

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