¿Quién mueve? “Muevo yo Mauro, Javier Milei”: La aprobación de la Ley Bases le quita apoyo político al presidente y lo obliga a tener que dar respuestas de gestión antes que la paciencia social se agote
“La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular” – Edmond Thiaudière
Después de casi siete meses de gestión, por fin el gobierno de Javier Milei tiene su Ley Bases, la herramienta que reclamaba para llevar adelante los cambios que prometió en campaña y así sacar adelante al país de la crisis en la que está sumido hace buen tiempo. De ahora en más, la pelota estará en el campo del oficialismo, ya no habrá ningún margen para las excusas y deberá mejorarles como dé lugar la realidad a los argentinos, que en estos meses de mandato del libertario han visto involucionar drásticamente su calidad de vida. Lo último que se pierde es la esperanza, reza el dicho, las ganas de esperanzarse entraron en una peligrosa cuenta regresiva, principalmente, para el propio electorado que apoyó al economista en las urnas.
Era vox populi en los corrillos del Congreso los días previos al nuevo tratamiento de la Ley Bases en Diputados que la votación iba a ser favorable a Milei y de esa manera el Ejecutivo nacional tendría en su poder el proyecto de Ley que tanto anhelaba para poder impulsar la gestión, sobretodo en la parte económica, buscando propiciar un cambio en los estándares de vida de la gente. Esta aprobación puso también al gobierno a tener que sopesar el “dilema de la manta corta”, pues el acompañamiento brindado durante este tiempo por los sectores dialoguistas de la oposición y el PRO mismo, dejará de ser tal a partir de la disponibilidad de la iniciativa en manos del oficialismo.
Mauricio Macri reunió a su tropa en la semana para bajar línea y exigirles a los dirigentes del PRO que “cuiden” la identidad partidaria, y que empiecen a diferenciarse de Milei. El idilio entre el PRO y La Libertad Avanza parece tener sellada “su fecha de vencimiento a partir de una Ley Bases aprobada”. Dos cuestiones puntuales llevaron al ex presidente a “marcarle la cancha” a los más importantes referentes de su espacio, la primera es la dura disputa que hoy mantiene con Patricia Bullrich, la cual está atravesada por matizados golpes bajos propinados desde ambas partes y la otra, la más significativa, es que desde el espacio “amarillo” no ven un buen rumbo en las acciones que ha tomado hasta ahora el gobierno y la queja más frecuente que se escuchó en dicho encuentro fue que la deseada estabilización económica jamás se conseguirá sin orden político. “Espérennos sentados” avisan desde el mundo libertario, donde el desorden se ha convertido, casi en una inesperada virtud…
Mientras tanto el “sí” dado a la Ley Bases en el recinto del Congreso ha generado entre los radicales un incipiente “mar de fondo” interno, que promete escalar a mayores dimensiones y no son pocos los legisladores del espacio que auguran una ruptura en el bloque de Diputados, donde se hicieron muy visibles los enojos por “las formas” de construir política y por la exagerada complacencia con el gobierno que ha mostrado el cordobés, Rodrigo De Loredo, y requieren otro tipo de liderazgo al frente del bloque radical en la Cámara Baja.
Los diputados afines a las posturas adoptadas por Facundo Manes o Martín Lousteau, por ejemplo, quieren una UCR que cumpla con más hidalguía con el rol de opositor, algo así como respetar el mandato histórico del espacio, para poder proyectar al centenario partido hacia el año 2027, para que de esa manera pueda competir con posibilidades ciertas de triunfo en la próxima contienda presidenciable que habrá en la Argentina. El radicalismo está en plena etapa de reconstrucción y en “el ser o no ser”, estará una cuestión vital para poder lograr plasmar de una vez por todas el tantas veces ansiado “regreso con gloria”.
En esta sintonía de pérdida de “manos solidarias” que sostengan la causa libertaria hay que sumar al frente conducido por Miguel Pichetto, el legislador nacional el día del debate parlamentario explotó por los continuos ataques que le dispensaron a su persona los ejércitos virtuales del Mileismo que en las redes sociales lo culparon por la caída de las privatizaciones de Aerolineas Argentinas y el Correo entre otras empresas. El líder de Encuentro Republicano Federal les pidió a los diputados de su bloque que entiendan que “hasta acá llegó el amor” para brindarle asistencia al gobierno y que de ahora en más serán menos contemplativos con el oficialismo. “Ya tienen la Ley y si no empiezan a darle claras respuestas a la sociedad que la está pasando mal nos tendrán en la vereda de enfrente y ya no habrá tantas contemplaciones”, advirtió un importante dirigente de Hacemos Coalición Federal a este medio.
Los gobernadores Pullaro y Llaryora, cada uno con sus particulares maneras, también empezaron a marcar un claro contrapunto con la gestión de Javier Milei y le exigieron que atienda con premura las necesidades de las provincias del interior del país. Este reclamo se hizo más palpable en el último encuentro de la Región Centro cuando ambos mandatarios, expresaron un evidente cansancio por la recurrente falta de respuestas del gobierno nacional a sus pedidos y no fue ninguna sorpresa que el líder radical santafesino soltará una frase en tono de advertencia: “hasta acá llegamos”, lo cual significó que la demanda por la coparticipación, los subsidios por el transporte público y sobretodo, por el pago de la enorme deuda que tiene el Anses con las provincias en cuestión, deberá ser saldada si o si .
“Por las buenas o por las malas” pinta que será la cosa según pudo averiguar este portal, ambos gobiernos provinciales tienen pensado llegar hasta las últimas consecuencias para recibir, lo que ellos entienden, les pertenece por ley. “Otro ladrillo en la pared” podría cantar Pink Floyd, si se tratara de sumar nombres propios a los que, después de la fumata blanca de la Ley, podrían soltarle la mano al presidente para alistarse nuevamente, con más participación y convicción, dentro de las huestes de la oposición.
El escenario político seguramente hará un fuerte viraje tras la aprobación de la Ley Bases y ese corrimiento casi con seguridad dejará mucho más expuesta y sin tanta contención a la gestión de Javier Milei, quién ya no tendrá demasiado margen de acción para nuevos experimentos, principalmente, en el área económica. La gente no soporta más el ajuste del gobierno, se escuchó decir de manera recurrente como si fuera un mantra durante el desarrollo del tratamiento de la iniciativa en el Congreso. Eso significa una señal de alarma para el gobierno al saber que un sector importante de los radicales, Pichetto y su grupo y hasta el propio aliado PRO, hayan tomado la decisión dejar de ser funcionales al oficialismo para empezar a ejercer con responsabilidad el rol de opositores que les cabe.
Si Javier Milei – con la Ley debajo el brazo – no encuentra rápidas soluciones al problema de la economía en el país, si el bolsillo de la gente no se recupera a la mayor brevedad, el agotamiento de la paciencia social puede hacerse sentir muy fuerte y esto puede llevar a que el Ejecutivo atraviese por momentos muy complejos en el futuro inmediato. Ante este panorama poco alentador para el oficialismo, los más encumbrados referentes de la oposición rechazan de plano llegar a verse como aquellos integrantes de la orquesta del Titanic al momento del naufragio y hasta ellos mismos ahora empiezan a encontrarle un lógico sentido al viejo axioma político del peronismo, ese que, ante un dirigente en desgracia, advertía que el partido “solo te acompaña hasta la puerta del cementerio y nunca entra”.