¿Qué es el humo de tercera mano y por qué debería preocuparme?
El humo de tercera mano está formado por los contaminantes que se concentran en espacios cerrados cuando se fuma tabaco. Las sustancias químicas del humo de tercera mano incluyen la nicotina, así como sustancias cancerígenas, como el formaldehído, la naftalina y otras.
El humo de tercera mano se acumula en las superficies a lo largo del tiempo. Puede adherirse a la mayoría de las superficies blandas, como la ropa, los muebles, las cortinas, la ropa de cama y las alfombras. También se concentra en forma de partículas de polvo en superficies duras como paredes, pisos y vehículos. El humo de tercera mano puede permanecer allí durante muchos meses, incluso después de haber dejado de fumar.
El humo de tercera mano no desaparece al ventilar las habitaciones, abrir las ventanas, usar ventiladores o aires acondicionados ni al limitar el consumo de tabaco a ciertas zonas de la casa. Con la limpieza doméstica tradicional no se suele eliminar eficazmente el humo de tercera mano de muchas superficies.
El humo de tercera mano representa un peligro potencial para la salud de los no fumadores, especialmente los niños. Se sabe que las sustancias presentes en el humo de tercera mano son peligrosas para la salud. Las personas se exponen a las sustancias químicas del humo de tercera mano cuando tocan superficies contaminadas o respiran los gases que puede liberar el humo de tercera mano.
Los bebés y los niños pequeños corren un mayor riesgo de exposición al humo de tercera mano que los adultos a causa de actividades como gatear y llevarse objetos a la boca. También tienden a pasar más tiempo en espacios cerrados.
Según investigaciones, el humo de segunda mano provoca muchos problemas de salud, como cáncer y enfermedades cardíacas y respiratorias. No se han estudiado en profundidad los efectos de la exposición a largo plazo a las toxinas del humo de tercera mano. Sin embargo, se ha demostrado en investigaciones que fumar en espacios cerrados aumenta el riesgo de exposición a sustancias químicas nocivas, y que con la ventilación y la limpieza no se logra eliminar por completo estos peligros.
La única manera de proteger a los no fumadores, especialmente a los niños pequeños, de los peligros del humo de tercera mano es eliminar cualquier posibilidad de fumar en espacios cerrados, incluso dentro de los vehículos.
Fuente: Mayo Clinic