Pullaro, la leyenda del Rey Arturo y el “secreto de saber gobernar en un escenario hostil”
“La épica o el heroísmo consiste en estar ahí, en intentarlo” – Fernando León de Aranoa
La política en más de una oportunidad tiene su lado épico, ese que otorga cierto misticismo a sus actos y más aún en Argentina donde, está claro, que se vienen “tiempos difíciles”, parafraseando el título del recordado disco de Baglietto. A Maximiliano Pullaro de entrada le “toca bailar con la más fea” por esa decisión innegociable que se ha autoimpuesto de librar una batalla sin cuartel contra la violencia enquistada en la ciudad de Rosario. Sus rápidas acciones, como las que llevó adelante en el penal de Piñero, tuvieron un inmediato correlato en las amenazas recibidas contra la vida de su familia. “A los tibios los vomita Dios” reza el apocalipsis de la Biblia, el gobernador se colocó prolijamente el “sayo de temerario” y decidió enfrentar el flagelo sin meditar sus consecuencias. Como “lo cortés no quita lo valiente”, el mandatario anda transitando los primigenios días de su mandato haciéndole frente sin titubeos a los complejos desafíos que encuentra a su paso.
La leyenda del rey Arturo nos cuenta sobre la existencia del monarca ideal, ese que cumple con hidalguía sus responsabilidades y algo de eso podemos encontrar en los incipientes capítulos de la gestión de Pullaro en la provincia. No solo porque el dirigente radical cumple a rajatabla con la promesa hecha en campaña de estar “24 por 7” al pie de la trinchera, sino que ahora también, debe lidiar con una “macroeconomía” en descontrol que le traerá más de un dolor de cabeza debido a que las últimas medidas económicas del gobierno nacional golpearán muy fuerte en los ya raídos bolsillos de los santafesinos, provocando un notorio malestar en la gente, que obligará a exigirle una mayor participación y compromiso al ministerio de Desarrollo Social a su cargo para intentar paliar las múltiples necesidades por alimentos que se multiplicarán exponencialmente con el devenir de los días.
En esta titánica tarea gubernamental que se avecina, el líder de “Evolución”, necesitará contar con la legendaria y mágica espada “Excalibur”, para poder hacer frente a las múltiples problemáticas que tendrá por delante en la extensa y compleja geografía provincial. “Para muestra solo hace falta un botón” nos avisa el adagio y el gobernador no dudó un instante para mover piezas del tablero de la fuerza policial– dejando la sensación de haber hecho en 72 horas más de lo que se hizo en los últimos 4 años en la materia – y mandó a la cancha (la calle) a todos los policías disponibles para empezar a dar respuesta a los incontables pedidos de la gente por indispensable presencia de uniformados en los distintos barrios rosarinos. Hay barriadas que han padecido de recurrentes “zonas liberadas”, las cuales han convertido en una verdadera odisea de supervivencia la vida de los vecinos que habitan en los mismos.
El talón de Aquiles de la “anterior administración” fue la exagerada presencia dentro del plantel gubernamental de “funcionarios que no funcionan”, un grave error que tuvo en cuenta el actual gobernador “para ir en otra dirección” y armar una estructura donde pueda contar con confiables interlocutores válidos, que como si fueran dispuestos “caballeros de la mesa redonda” le permitan asegurar una conveniente respuesta a cada una de las exigencias que golpearán, a diario, las puertas de sus ministerios y secretarias. “Temer es una reacción, el coraje es una decisión”, decía Winston Churchill y el mandatario provincial esta dispuesto a rendirle un respetuoso tributo a esa última premisa, y hasta ya lo hizo al exponer la firme convicción de que va a dejar la vida en la gestión.
El responsable del Ejecutivo provincial tiene muchos frentes abiertos en el arranque en su mandato y en pos de una correcta utilización de los recursos que dispone reveló que evaluará “uno por uno” los pases a planta permanente de la etapa del gobierno de Perotti, prestando puntual atención a las “travesuras” que suelen hacerse durante las gestiones donde se suele dejar personal político dentro de la estructura provincial.
Según el mandatario hay 13mil empleados más que en el 2019 en la provincia, casualidades del destino, justo igual que el mismo número de socios objetados por la oposición en Boca, que pusieron en jaque la realización de las elecciones en ese club. El gobernador deberá ser un hábil titiritero para manejar los destinos de Santa Fe dentro de un escenario que pinta demasiado hostil debido al nulo apoyo que promete dar el gobierno de Milei a las provincias. “Voy a defender con uñas y dientes los recursos”, advirtió Pullaro a Milei por estas horas y conociendo el respeto por la palabra empeñada que profesa el dirigente radical, el libertario debería tomar debida nota y recordar que el “que avisa no traiciona”.
Maximiliano Pullaro comenzó su “cruzada” generando en los santafesinos las mejores expectativas y como si fuera un protagonista de la leyenda del Rey Arturo se ocupó en colocarse prolijamente su plateada armadura para enfrentar nuevamente la “madre de las batallas” contra la inseguridad, sabiendo que al “santo grial” lo podrá encontrar detrás de la posibilidad de devolverle la tranquilidad a los rosarinos. El gobernador pone en juego su presente y su futuro político en estos próximos 4 años, ya que la asunción de Martin Lousteau como presidente de la UCR le empezó a alinear los planetas rumbo al 2027.
No son pocos los estrategas de la política argentina que tienen en carpeta al natural de Hughes como potable candidato para la venidera presidencia. El tiempo dirá como terminará toda esta historia, mientras tanto, el ex ministro de Seguridad construye con responsabilidad cada engranaje de su gobierno, se espera que lo haga de la mejor manera posible porque así nos irá mejor a todos los santafesinos. Para ello deberá antes descubrir el secreto que esconde gobernar en un escenario de tanta crisis y en estos tiempos tan emotivos, de profunda unción no está mal también abrazarse a la fe, a los deseos y a las esperanzas. “La casa está en orden”, para un alfonsinista de ley como Pullaro, quizás esa frase del ex presidente radical le estará dando vuelta por su cabeza y casi seguro, la usará con orgullo, llegado el momento cuando al fin, haya podido devolverle la paz a los rosarinos. Ojalá así sea porque todos estamos subidos en el mismo barco..