Prisión perpetua a cuatro policías por el crimen de Luis Espinoza en Tucumán
La Justicia de Tucumán condenó a nueve de los once policías por el crimen de Luis Espinoza en Tucumán en mayo de 2020. Cuatro recibieron prisión perpetua mientras que los otros cinco penas de entre 5 y 12 años.
El asesinato del peón rural en plena cuarentena generó conmoción en todo el país ya que denotó ser otro caso de violencia extrema por parte de efectivos policiales.
Los sentenciados a cadena perpetua, el oficial auxiliar José Alberto Morales, al subcomisario Héctor Rubén Montenegro, al agente Gerardo González Rojas y al cabo Claudio Zelaya, fueron encontrados culpables por “homicidio agravado” de Espinoza y la “privación ilegal de la libertad” de Juan Antonio, hermano del peón rural asesinado.
Con respecto a los cinco restantes, el Tribunal Oral Federal (TOF) tucumano informó que la cabo primero Rosalba González estará en la cárcel 12 años por ser “partícipe secundaria” del crimen mientras que el sargento Víctor Manuel Salinas recibió 7 años de prisión por la “privación ilegal de la libertad” y “encubrimiento agravado”.
El agente Carlos Lisandro Romano, el cabo primero José María Paz y el sargento primero René Ardiles fueron codnenados a cinco años por “encubrimiento”. En el debate se anunció que los oficiales, Héctor Villavicencio y Álvaro Gonzalo González, fueron absueltos de la causa y el primero de ellos ya fue liberado.
“La condena a los cuatro está bien, estamos disconformes con los demás. Creemos que tendrían que darles más años”, expresó la hermana de Luis en diálogo con TN.
Crimen de Luis Espinoza
El peón rural desapareció el 15 de mayo de 2020 tras un operativo policial en plena pandemia por el festival de caballos en el paraje de Melcho. Su cuerpo apareció una semana después en Catamarca en un barranco envuelto en bolsas de plástico.
La autopsia realizada por el Laboratorio de Criminalística del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) confirmó que el cuerpo de Espinoza tenía un tiro y que la bala impactó en uno de los omóplatos.
Tras el análisis de dicha bala se informó que pertenece a un arma reglamentaria 9 milímetros perteneciente al oficial José Morales.
La reconstrucción del crimen fue clave. Se pudo constatar que el peón fue asesinado en Melcho, trasladado hasta la comisaría de Monteagudo y luego su cuerpo fue descartado en el límite con Catamarca.
“Nosotros sabemos que todos participaron. No vamos a bajar los brazos hasta lo último que podamos hacer, queremos perpetua o que les den más años. No siento que se ha hecho justicia”, manifestó Betina.