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Otro papelón en la Paternal: Newells fue la triste caricatura de un equipo, con un técnico cuyo ciclo, se terminó hace rato

lavozadmin

El final del torneo Clausura para Newells es una total agonía, partido tras partido el equipo desentona, ya dejó hace rato de ser un conjunto competitivo, y los últimos encuentros le sumó otro deterioro grave a su lamentable presente, es un sesgo de amateurismo que preocupa mucho a los hinchas, que ven la tabla de la zona del descenso con las alarmas del caso. Otro ladrillo más en la pared del desencanto del simpatizante para una escuadra, la rojinegra que no se cansa de hacer espectáculos que rozan lo vergonzante. ¡!Que termine pronto!!, es el deseo más pedido por estos días en el Parque Independencia.

El partido en el “Pesebre del fútbol” comenzó a pedir de la lepra que a los 9´ ya estaba arriba en el marcador tras una avivada de Herrera que cuerpeo una pelota en el área y de media vuelta derrotó al debutante, Chiquito Romero. El 1 a 0 a favor, lejos de facilitarte el trámite, confundió bastante al equipo de Fabbiani. A los 21´ Porcel empató el encuentro aprovechando un quedo defensivo y las facilidades que otorgaba el fondo leproso.

Solo cuatro minutos después, el Bicho se ponía adelante en el tablero casi sin despeinarse, tiro de esquina ejecutado por Lescano, una “horrible” salida de Espínola y otra vez Porcel empujo el balón al arco vacío para decretar el 2 a1. Newells pagaba demasiado caro sus absurdas macanas defensivas. Después del tanto local el cotejo dejó de ser serio. Argentinos desnudó todas las falencias de un conjunto casi amateur y no extrañó para nada que a los 44´ Florentín señalara el 3 a 1, que le pondría un decorado final a una etapa, que fue otra vez para el olvido para el team rojinegro.

El arranque del complemento tuvo la misma tesitura que el primer capítulo, Argentinos imponiendo condiciones y Newells padeciendo el juego. Fabbiani mandó al campo a Banega por Reggiardo, Orozco por Guch y Darío Benedetto por Maroni, intentando lograr alguna reacción en un equipo que se mostro siempre a la deriva. A pesar de los cambios la lepra no cambió demasiado el chip del juego, siguió siendo un conjunto apático al cual no se le caía ninguna idea.

Promediando la segunda parte Argentinos movió el banco y sacó a Porcel, Florentín y Hernán López Muñoz, a pesar de ello siguió manejando los hilos del juego, sin esforzarse era más ante un Newells que proponía poco y nada. Las diferencias futbolísticas entre ambos planteles por momentos eran abismales, por lo cual el marco competitivo del partido dejo de ser tal en varios pasajes de la parte complementaria.

El último tramo del partido fue para un remate de Benedetto ante un regalo del local que no pudo aprovechar en la red por una gran respuesta de Romero. Luego en una jugada de papi fútbol se lo perdió Vivero casi debajo del arco de Espínola. Luego llegó la expulsión de Banega por una falta fuerte contra Lozano. El pitazo final marcó también el fin del ciclo de Fabbiani, quién destruyó a base de reiterados caprichos cualquier mejoría que había mostrado el equipo desde su llegada a Newells. Queda ahora la pelota en el campo de los dirigentes, quienes deberán tomar la decisión de cerrar esta historia que ya no tiene ningún sentido de ser.  

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