Nicaragua: Protesta de sacerdotes católicos por la situación de represión a la que fueron sometidos
Sacerdotes católicos denunciaron espionaje y palizas en medio de represión en Nicaragua, según medios informativos internacionales.
De acuerdo con la denuncia, agentes de Policía visitaron una iglesia dos días después de que un clérigo pronunciara una homilía dominical en mayo que contiene la oración “se pide por los sacerdotes”.
Los oficiales reprodujeron un audio de la oración y advirtieron “que este tipo de cosas son peligrosas”, denunció uno de los sacerdotes a la agencia de noticias Reuters.
“Tratamos de explicar que esto es solo una oración normal, nada que ver con la política. Ya tienen pruebas contra nosotros que ellos pueden manipular a su antojo”, protestó.
La campaña de cinco años del presidente nicaragüense Daniel Ortega contra la iglesia católica se intensificó desde febrero, según lo dicho en entrevistas con cinco sacerdotes dentro y fuera del país.
La breve liberación esta semana del obispo Rolando Álvarez dejó esperanzas de un punto de inflexión, aunque el obispo mexicano Ramón Castro apuntó que las conversaciones entre los representantes del gobierno nicaragüense y la iglesia están “indudablemente” en curso y que tenía pocas esperanzas de un gran avance.
La escalada actual se intensificó cuando el papa Francisco condenó al Gobierno de Nicaragua como una “dictadura grosera”, a lo que Ortega respondió cortando los lazos con el Vaticano, añadió Reuters.
Los sacerdotes, uno en Nicaragua y cuatro fuera del país, describen un fuerte acoso a los representantes de la iglesia por parte de la policía e informantes ciudadanos: palizas por parte de agentes de la fuera, arrestos y expulsiones de clérigos y monjas, así como incautaciones de propiedades a la grey.
Funcionarios del Vaticano deslizaron a Reuters en confianza que ven el conflicto en Nicaragua como uno de los peores desde la Guerra Fría, cuando muchos países comunistas de Europa del Este persiguieron a los representantes de la iglesia.
En febrero, el obispo Álvarez, un crítico de Ortega, fue condenado por traición, despojado de su ciudadanía y sentenciado a poco más de 26 años de prisión sin que se llevara a cabo un juicio por el caso.
El comunicado de sentencia señala que Álvarez es “autor de los delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas a través de tecnologías de la información y comunicación, obstrucción de funciones agravada y desobediencia o desacato a la autoridad”, cargos que el religioso negó.
El obispo de la diócesis rural de Matagalpa fue devuelto a prisión el miércoles después de que fracasaron las conversaciones sobre su posible liberación y la de otros clérigos encarcelados, dijo a Reuters una fuente diplomática.