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Newells sumó un nuevo empate de local a pesar de jugar un poco mejor que Atlético Tucumán

Newells quería aprovechar el envión del triunfo de visitante frente a Independiente para volver a sumar de a tres, el rival Atlético de Tucumán de irregular campaña era una buena oportunidad para anotarse una nueva victoria. Pero como le ocurre al equipo de Heinze cuando debe asumir un compromiso mayor se queda a mitad de camino y en la noche del Parque Independencia la lepra no pudo repetir por imprecisiones propias y por esa falta de calidad que carece el plantel.

En el comienzo Newells busco controlar el trámite con la recurrente presión en campo contrario para obligar al error al rival. Esa actitud solo duro un rato porque cuando el Decano tucumano se acomodo en el campo de juego y el cotejo se hizo mas equilibrado. Jugado en la mitad de la cancha preferentemente, a ambos equipos le quedaban muy lejos los arcos y por esa razón las situaciones de gol faltaron a la cita.

Newells intentaba generar predominio a través del manejo de Sforza, quien estaba bien acompañado por Portillo y Pablo Pérez.  Pero el problema de la lepra comenzaba cuando debía enlazar su futbol con los de arriba (Pérez Tica-Recalde-Brian Aguirre) ahí se le apagaban las luces y se convertía en un equipo demasiado previsible.

El primer tiempo se fue al vestuario en un lánguido cero a cero, castigando la impotencia del local y el conformismo exagerado de la visita, un combo perfecto para darle forma a una triste performance futbolística quedando demasiado en deuda el espectáculo futbolístico con el imponente marco de público al que nos tiene acostumbrado el rojinegro de local.

El complemento arrancó con la misma tesitura, ninguno de los dos sacándose demasiadas ventajas, a Newells le faltó ese cambio de ritmo necesario para romper un bloque defensivo tan férreo que imponía el conjunto tucumano. Así y todo, a los 14’ la lepra llegaba al gol por intermedio de un gran cabezazo de Recalde tras un notable centro de Pérez Tica. Pero el grito leproso no iba a ser tal porque el VAR después de varias repeticiones decidió invalidar la conquista por una posición adelantada en el arranque de la jugada.

A los 24’ tras un tiro de esquina desde la izquierda ejecutado por Brian Aguirre, el paraguayo Velázquez debajo de los tres palos se perdió el gol de manera increíble. Newells siguió buscando sin mucho orden, pero con ganas y volvió a merodear el gol cuando a los 39’ Recalde con una chilena en el área del equipo tucumano se fue cerquita del palo izquierdo del portero Marchiori.

En el epílogo del encuentro, Newells pudo ganarlo cuando Maestro Puch con el pecho evito que un cabezazo de Ortiz se metiera en su arco. El pitazo final se fue inmerso en la bronca de los hinchas locales que ven como se les volvía a escapar un triunfo de local. Mas allá de la injusticia que siempre el VAR tiene alquilado a la lepra, hay que decir que Newells no logra imponer nunca condiciones porque el plan de juego de Heinze nunca aparece. Una nueva decepción en el Marcelo Bielsa y la multitud que se acercó a alentar al rojinegro se ha acostumbrado a que el equipo casi nunca le regale una alegría.

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