Narcotráfico en Corrientes: los vínculos con la política provincial y la relación estrecha con “Los Monos”
La reciente detención del ex yerno del ex intendente de la ciudad correntina de Itatí Natividad “Roger” Terán, quien había sido detenido hace seis años acusado de forma parte de una banda narco, agitaron las aguas de esa provincia, donde se investigan los estrechos lazos entre la droga, la política y “Los Monos”, el grupo narcocriminal que azota Rosario y amenaza con expandirse a otras regiones.
En marzo de 2017 Terán, su viceintendente Fabio Aquino y el comisario Diego Ocampo Alvarenga, entre otros, fueron apresados acusados de formar parte de una organización que acopiaba marihuana en grandes cantidades y la distribuía en distintos puntos del país, según publicó diario Perfil.
Las detenciones se dieron en el marco de la “operación Sapucay”, llevado a cabo por efectivos de Gendarmería Nacional, pero nada de eso logró frenar el tráfico ni el vínculo con los principales miembros en la cárcel.
La reciente detención de Ricardo Walter Piris, de 43 años, ex yerno de Terán, agitó nuevamente las aguas de una ciudad que antes de esto era conocida por sus destinos turísticos religiosos.
Piris fue arrestado junto a otras siete personas, dos de ellas correntinas, cuando intentaban escapar de un taller mecánico en el que se ocultaba un cargamento de 567 kilos de marihuana.
La droga estaba en un galpón ubicado en la calle Tucumán al 2000, en la localidad santafesina de Funes, que linda al oeste con Rosario, y se encuentra a unos 800 kilómetros de Itatí. Piris estaba en cercanías de Rosario porque los narcos de Itatí hace muchos años son socios de “Los Monos”.
Este sujeto, el ex intendente Terán y otros 25 acusados fueron condenados en un juicio abreviado realizado en agosto de 2021.
El primero terminó con una pena unificada de once años de prisión y el ex jefe comunal con tres años en suspenso. También fue sentenciada a cuatro años de cárcel Mariela, la hija de Terán.
El ex yerno del intendente, conocido también como “Chino”, había sido detenido por primera vez en octubre de 2014 cuando trasladaba 326 paquetes de marihuana en un Volkswagen New Beetle que abandonó en medio de una persecución.
El nivel de vida que llevaba este hombre y su pareja eran de puro lujo, algo que llamaba la atención en el pueblo. Además del automóvil que dejaron tirado tenían un Volkswagen Vento y una camioneta Toyota Hilux 4×4, al tiempo que manejaban una Volkswagen Amarok, una Ford Ranger, una Mercedes Benz Sprinter y un Mercedes Benz modelo C 230 Kompressor, entre otros rodados.
Piris era el encargado de mantener los vínculos narcos entre Itatí y las bandas de Rosario, según un informe de 2017 de la Unidad Especial de Investigaciones y Procedimientos Judiciales Rosario de Gendarmería Nacional.
Asimismo, era uno de los principales nexos con uno de los cabecillas de los narcos de Itatí, Luis Saucedo, alias “Gordo” o “Lucho”, quien era ex empleado municipal capturado en Paraguay en 2019. Este sujeto era el principal contacto con los proveedores de la droga en el vecino país, desde donde entraba la droga a Itatí.
Según datos de la Procuración General, la droga que ingresa llega proveniente de Paraguay, en “voluminosos cargamentos” que fueron hallados en el marco de las diversas investigaciones analizadas, “sumado al hecho de que estos narcóticos tenían como destino importantes centros urbanos de Tucumán, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Chaco, Buenos Aires, e incluso la Capital Federal”.
En febrero pasado, Prefectura Naval incautó un cargamento de 250 kilos de marihuana, valuado en 170 millones de pesos, que un bote proveniente de Paraguay arrojó en la costa del río Paraná.
Pocos días después se supo que Federico “Morenita” Marín, de 33 años, otro de los capos narcos de Itatí, se fugó de su casa cuando cumplía arresto domiciliario, tras ser condenado en octubre de 2021 a ocho años de prisión.
Asimismo, un mes después las fuerzas de seguridad paraguayas descubrieron un campamento de marihuana en la isla Pava, frente a la costa de la ciudad correntina, y que se supone después ingresaba a Itatí.
A todo esto hay que sumarle que el narcotráfico ya estaba fuertemente instalado en esa ciudad y una muestra de ello fue que en 2016, poco antes del operativo “Sapucay”, el cura del pueblo, Omar Cadeni, abandonó la histórica basílica por los aprietes narcos.
“El narcotráfico es un cáncer en esta comunidad itateña. Y como todo cáncer, el tráfico de marihuana aquí comenzó siendo algo chico, pero se fue agrandando. La única manera de enfrentar este problema es con educación. Me da fastidio que utilicen a los chicos para llevar y traer droga, eso es invertir para el fracaso”, denunció el padre en aquel momento.
Terán al ser condenado, negó cualquier vinculación con los narcos, pero finalmente fue condenado en un juicio abreviado como casi todos sus compañeros de causas, entre ellos su vice Aquino y el jefe de la comisaría local Ocampo.
“Soy un perejil, me tocó a mí”, dijo el ex dirigente peronista desde la cárcel, en una de sus primeras entrevistas. Sin embargo, y para evitar una pena más alta, en agosto de 2021 se declaró culpable y recibió una pena de tres años de prisión en suspenso.
Los jueces del Tribunal Oral Federal porteño número 3 consideraron al ex jefe comunal como “responsable del delito de asociación ilícita, en calidad de miembro”.
Aquino fue sentenciado a tres años y ocho meses por “asociación ilícita en concurso real con tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, en la modalidad de comercio, agravado por la intervención de funcionarios públicos y por servirse de menores de 18 años de edad, en carácter de partícipe secundario”.
En tanto, el comisario Alvarenga recibió nueve años y medio de cárcel, mientras que Carlos Bareiro, uno de los cabecillas de la organización criminal, obtuvo la condena más alta: 17 años de encierro.