“Mi nieto la encontró ensangrentada”, desgarrador relato de la mamá de la enfermera asesinada en Rosario
La madre de Ailén Oggero, la enfermera asesinada por su ex pareja en Rosario, dio a conocer estremecedores detalles del caso y recordó que fue uno de sus nietos quien “la encontró ensangrentada” y los llamó.
A días de que se haya dado a conocer el brutal femicidio que conmueve a la ciudad santafesina, en el que la ex pareja de la víctima fue detenida, Mónica expresó: “Esto es muy duro, inesperado, incomprensible. Se siente que la Justicia llegó tarde, tengo dolor de no haber podido ayudar a mi hija, de haber hecho algo más. Yo estaba al tanto de muchas cosas, pero otras no las había compartido con nosotros. No sé cómo funciona la Justicia, que ahora se movió con inmediatez, estoy muy dolida de que esto no se haya hecho antes”.
Jonathan Omill es el hombre que en estos momentos está detenido y a quien le pesaban diversas denuncias, realizadas por la víctima, por diversos hechos de violencia de género.
En medio de un escenario de dolor, la madre de Ailén dijo que fue uno de sus nietos, de 12 años, quien la encontró “ensangrentada”: “Me contó que escuchó disparos, esperó un ratito por miedo que siguieran disparando. Él estaba en la ventana al lado de donde ocurrió esto. Estaba durmiendo, se despertó con los disparos”.
“‘Me asomé por la puerta, abrí el postigo y la vía mi mamá’, eso me comentó. Para mis nietos es terrible”, sumó Mónica en diálogo con el medio Cadena 3.
Los padres de Oggero viven enfrente de la vivienda donde fue asesinada y señaló que el niño los llamó para que vayan a ver lo que había sucedido: “La Policía llegó rápido, demoró un poco más la ambulancia. Estaba herida muy grave. Yo no pensé que era un disparo en la cabeza. En el hospital nos dijeron que la bala había entrado por la sien de un lado y había salido por el otro”.
“Ahí nos dijeron que la situación era muy grave, que esperáramos. Nunca entendí qué era lo que había que esperar”, continuó.
Mónica sostuvo que Omill tenía una “obsesión” con Ailén y que ella le había manifestado en algunas oportunidades que tenía miedo de que algo le llegara a pasar: “Era un encantador de serpientes en un principio. Venía, intentaba seducir, era charlatán. No sé si fue mi instinto de madre, pero nunca terminé de creerle”.
“No sé si me sirve de tanto la justicia ahora, quiero que alguien pague, pero no sé si me sirve, a mi hija no la tengo más”, concluyó.