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Lo perdió Fabbiani: Erró en el planteo, en los cambios y Newell´s terminó cayendo contra un pobrísimo Banfield

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La previa pintaba para una gran fiesta, el triunfo en Mendoza del último fin de semana y el estreno de la nueva tribuna, invitaban a los hinchas leprosos a acercarse con expectativas al Coloso del Parque Independiencia, además el rival era Banfield, un equipo sin figuras y que les permitía poder soñar con conseguir otra victoria. Nada de eso ocurrió, porque Newells jugó muy mal y el Taladro con muy pocas virtudes se llevó una victoria impensada. La ausencia sorpresiva de Keylor Navas, le puso además, una cuota de incertidumbre a las ilusiones de esos mismos hinchas. Lo demás ya es historia vieja…

Las razones de la derrota leprosa hay que encontrarlas en un partido a contramano de su entrenador, el “Ogro” Fabbiani, quién no acertó al diagnóstico del cotejo, primero porque “rompió algo” que había funcionado bien en la segunda etapa frente a Independiente Rivadavia, y junto incomprensiblemente, a Montero y Mosquera por el lado derecho, en vez de sumar otro volante de marca al medio. Con esta decisión, el DT confundió a los dos jugadores, porque tanto el colombiano como el ex lateral derecho de Agropecuario, tuvieron una jornada para el olvido. Primer error táctico del ex técnico de Riestra.

En el debe del mal partido del Ogro, hay que sumarle la insistencia, en que David Sotelo sea el volante central, porque nunca el juvenil fue una solución al momento de la contención, es más, casi siempre llegó a destiempo cuando intentó cada quite y permitió que el rival le ganara facilmente su espalda, y con poco inquietara bastante el arco de Barlasina. Sin ese “cinco” que raspara y le diera equilibro en el medio (extrañó a horrores a Jacob), el local empezó a perder el encuentro. porque el equipo se mostró demasiado partido en una zona – por demás de neurálgica – como es el control del juego del circulo central, allí el técnico también, dejó al descubierto su mal planteo.

Newells se veía demasiado impreciso y por esa razón le costaba mucho arrimarse con aspiraciones serias a la portería de Sanguinetti, el primer capítulo del encuentro se iba sin pena ni gloria hasta que Auzmendi clavó un golazo a los 44´, dejando sin ninguna chance la estirada de Barlasina. El 1 a 0, fue una trompada en la mandíbula para la lepra, que se fue al vestuario masticando bronca, no solo por el resultado, sino por el mal desempeño del local en la primera etapa.

El complemento, se inició con una nueva mala lectura del técnico, el ingreso de Chiaverano por Mosquera generó asombro entre los hinchas que esperaban el ingreso del uruguayo Fernández o Iñiguez, por alguno de los laterales derechos, para darle mayor orden al mediocampo. El juvenil delantero no fue nunca una solución, es mas, provocó el permanente el fastidio en las tribunas, ante las malas decisiones que tomaba el delantero en muchas de sus intervenciones.

A los 14´, Newells llegó al empate, tras un tiro libre en la puerta del área de Banfield bien ejecutado por Ever Banega que se desvió en un jugador del taladro y terminó dentro del arco de Banfield para decretar el 1 a 1. La lepra parecía volver a recuperar el control del trámite y allí mismo Fabbiani, en ese preciso instante, volvió a equivocarse cuando mandó a la cancha a Lucas Sosa por Luciano Herrera, esa variante, no solo, hizo retroceder al rojinegro en el campo sino que le quitó a uno de los jugadores mas desequilibrantes en ofensiva que contaba el local. En un momento propicio para el rojinegro, el DT la pifió nuevamente.

Para colmo a los 28´, Méndez de tiro libre, tras otro desvió en la barrera, derrotó a Barlasina para sentenciar el 2 a 1 en favor de la visita. Ese gol terminó de derrumbar las ilusiones de la lepra, que sintió fuerte el impacto, aunque apesar de ello, fue para adelante con el corazón, pero sin fútbol, eso sí, generó algunas situaciones de peligro, algunas mal definidas por sus delanteros y otras que fueron bien abortadas por las buenas respuestas del golero de Banfield, Sanguinetti.

El pitazo final de Baliño, llenó de desencanto al Coloso, porque los hinchas leprosos fueron al estadio a buscar una nueva alegría, y se encontraron con un muy mal partido del equipo local. Toda de Fabbiani esta derrota, porque se equivocó en todo. En un año electoral, el entrenador debe saber que tiene hasta diciembre para justificar con hechos su continuidad en el cargo, pero sobretodo, entender de una vez por todas. que la lepra siempre tiene la obligación – por el peso de su historia- de ser protagonista, y para eso necesita tener en claro y comprender muy bien, que Newells no es Riestra…

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