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Lo ganó Miljevic: Con un golazo del volante, la lepra se llevó un gran triunfo ante Lanús

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El granate siempre fue un rival favorable para Newells, ese dato ilusionaba a los hinchas en la previa de un partido que podía servir para reafirmar la levantada del equipo conducido por Ricardo Lunari. El único interrogante en la previa del cotejo era saber si la lepra podría recuperar la solidez defensiva, una zona de juego que se había exhibido muy permeable el último encuentro ante Riestra. El palto estaba servido y dependía del rojinegro construir el resultado en la tardecita del sábado en el Marcelo Bielsa.

Newells jugó un primer tiempo muy impreciso, y careció, la mayor parte del tiempo, de buenas ideas al momento de generar fútbol en el campo contrario, solo Silvetti intentó algo diferente. Muy flojos rendimientos de Matías Pérez y Juani Méndez a la hora de la contención y Carabajal, nunca fue la usina de juego que necesitaba el equipo.

Lanús se mostraba a la vista de la gente, más entero y prolijo, con Marcelino Moreno como eje de su funcionamiento, bien secundado por Eduardo Salvio y el uruguayo Boggio. En la zona neurológica del partido, el “granate” lucia mejor y con eso le alcanzaba para perfilarse como el “mejor”, la falencia del visitante era la misma que Newells, le faltaba “punch” final al momento de acercarse al reducto de Macagno.

Para contabilizar y rescatar dentro de un primer tiempo que en muchos tramos fue soporífero, un remate de Silvetti bien contenido por Losada y un cabezazo de Salcedo que no pudo empujado al gol por García entrando por el segundo palo. Lanús tuvo las mas claras, Salvio, Bou y Marcelino Moreno estuvieron muy cerca de abrir el marcador de no ser por la mala puntería de los jugadores visitantes y por las providenciales intervenciones del golero leproso. Se fueron al vestuario repartiendo puntos y por la pobreza futbolística mostrada por ambos al cabo de la primera etapa, el resultado era justo.

El inicio del complemento tuvo la misma tesitura del periodo inicial, en esa paridad que reflejaba el trámite, a los 9’ llegó la apertura del marcador en favor de Lanús tras una gran jugada colectiva en ataque, a puro toque de primera que culminó Moreno con remate rasante ante la salida de Macagno. El 1 a 0 instaló una enorme incertidumbre en el Coloso y los hinchas empezaron a reclamarle a los jugadores otra actitud.

A los 19’ la lepra llegó al empate gracias a una infantil falta del arquero Losada quien salió con la pierna demasiado alta a buscar una pelota en su área chica y golpeó a García, el arbitro determinó la pena máxima y Ramírez se hizo cargo y con un disparo potente al medio del arco de Losada para señalar el 1 a 1 y levantar al publico que colmó el estadio. El gol fue una revancha para el uruguayo que venia muy torcido con su idilio con las redes en la Liga.

Cuando el empate era una cosa juzgada, a los 3´ de descuento, el croata Matko Miljevic recibió una pelota en los arrabales del área contraria, y sacó un conejo de la galera cuando marcó un golazo al rematar de zurda desde 30 metros y clavar la pelota en el ángulo izquierdo del arquero Losada. Locura total en el Coloso y los hinchas que dieron rienda suelta a una alegría contenida. Ganó Newells, quizás sin haber hecho demasiados méritos, pero a quien les importa las formas cuando el fin fue una victoria que lo acerca a la zona de Copas. El tiro del final esta vez salió y fue el que lució la camiseta número 19 el responsable absoluto de tanto delirio del final.

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