Las Pastillas del Abuelo y su repetida “aura” de encantar a los rosarinos con su rock urbano y con sus historias hechas canción
La noche del jueves, primera presentación de las tres que ofrece la banda en Rosario, mostró un Bioceres Arena pletórico de público con ganas de ser partícipe de una gran fiesta, y bajo el influjo del matiz multigeneracional que ha generado Las Pastillas del Abuelo durante más de dos décadas de vigencia. A las 21:15, puntualmente, sonó el primer acorde del grupo y desde allí el recital se convirtió en un elaborado y nostálgico repaso por toda su discografía.
La banda arrancó el show ofreciendo un viaje emotivo por sus discos más emblemáticos, pasando por temas de “Por Colectora” y recorriendo cortes fundamentales de Las Pastillas del Abuelo como “Crisis, Desafíos y Paradojas”. Cada parte del recital fue acompañado de proyecciones artísticas y efectos lumínicos que realzaron la energía de la puesta en escena de un grupo que cada vez más renueva el “voto de fidelidad” de sus seguidores.
No faltaron durante la presentación de Las Pastillas muchos momentos que hicieron vibrar a los presentes, quienes con cánticos y palmas al unísono de los temas entonaron con fuerza cada una de sus letras y así pasaron: “Ojos de Dragón”, “El Favor”, “Tantas Escaleras”, “Amar y Envejecer”, “Desde la Postura”, “Historias”, “Rompecabezas de Amor”, “Cerveza” y “¿Qué es Dios?”, que solo sirvieron para reforzar la especial química generada desde siempre entre la banda y su público.
El punto máximo de inflexión de la noche se dio cuando, tras un breve descanso, el escenario se iluminó para el gran cierre con “Otra Vuelta de Tuerca Más”, dejando al Bioceres en un estado de euforia total. “Y queda una vuelta de tuerca más, puede que un tanto lo efímero sea cuestión de practicar, efímero para mí lo que para otro un sueño”, entonó el Piti Fernández desde el escenario y provocó una incontenible avalancha de emociones en el auditorio, dándole un cierre apoteótico al show.
Con aplausos interminables y repetidos pedidos de “bis”, Las Pastillas del Abuelo demostraron una vez más que se mantienen intactos en su capacidad de reinventarse sin perder un ápice de su esencia, esa que los convirtió en uno de los grupos referentes del rock argentino y que volvieron a ratificar en Rosario en donde confirmaron que no solo siguen siendo una banda con un gran “presente” sino que aún, tienen mucho “futuro”. La ciudad fue testigo de una “nueva misa pastillera”, la cual demostró que la liturgia musical del grupo se mantiene totalmente intacta…