La prensa mundial aseguró que la renuncia de Draghi es un “golpe devastador” para Italia y la Unión Europea
Medios de Estados Unidos y Europa elogiaron este jueves la gestión del primer ministro italiano, Mario Draghi, y expresaron su preocupación por el efecto desestabilizador de su renuncia para Italia y Europa en medio de la crisis económica por la guerra en Ucrania.
La caída de Draghi “pone fin a un período de relativa unidad política en Roma, y desestabiliza a la tercera mayor economía europea, de la que Draghi era visto como un garante”, publicó el diario estadounidense The Washington Post.
Según el matutino, de las próximas elecciones en Italia podría surgir “un gobierno muy diverso, probablemente un grupo de partidos nacionalistas y de centroderecha, incluyendo euroescépticos con visiones prorrusas”.
Por su parte, el diario The Wall Street Journal destacó que la gestión de Draghi dio a Italia y a la Unión Europea (UE) “motivos de optimismo” sobre un posible relanzamiento de la “moribunda economía” italiana, rumbo a un “camino de crecimiento sostenible”.
“Con otro premier, sin la credibilidad y las dotes conciliadoras de Draghi, aprobar las reformas será más difícil”, agregó.
Para el diario francés Le Monde, “el fin de la era Draghi es un shock para toda Europa”, y “el momento no podía ser peor para Italia, para la zona euro y para toda la Unión Europea”, lo que crea el “riesgo de una preocupante desestabilización”.
Según el periódico estadounidense The New York Times, “la efectiva caída del Gobierno de Mario Draghi representa un golpe devastador para Italia y Europa”.
“Con su prestigio, Draghi inauguró un breve período de oro para Italia cuando asumió el cargo de premier en 2021” y permitió a Italia asumir un rol más importante en Europa, añadió el diario neoyorquino.
La crisis de Gobierno cristalizada este jueves con la renuncia indeclinable del premier había empezado hace una semana, cuando presentó una primera dimisión luego del rechazo del Movimiento Cinco Estrellas a acompañar un paquete de políticas sociales y económicas.
La dimisión no fue aceptada por Mattarella, que animó al jefe de Gobierno a tratar de recomponer la coalición en el Parlamento.
Su continuidad era avalada además por mercados y empresarios del país y de Europa, en parte por su cercanía al establishment financiero que confiaba en el premier para el manejo de los 209.000 millones de euros que Bruselas se comprometió a entregar a Roma para la pospandemia.
Tras cinco días de silencio, Draghi intentó el miércoles conseguir apoyo pero se encontró con un inesperado rechazo de la Liga y Fuerza Italia y con la confirmación de que el Movimiento Cinco Estrellas no tenía intenciones de continuar siendo sostén a su Ejecutivo.
“A la luz de la votación de ayer, pido suspender la sesión para ir a ver al presidente de la República a comunicarle mi determinación”, planteó Draghi este jueves ante la Cámara de Diputados, que debía volver a tratar la cuestión de la moción de confianza, como marca el bicameralismo italiano.
Los comicios podrían realizarse algún domingo entre el 18 de septiembre y el 9 de octubre, respetando el artículo 61 de la Constitución que pide que se convoquen a nuevos comicios “dentro de los 70 días posteriores” a la disolución.