La politica santafesina y su viaje hacia el 2023: “Dime con quién andas y te diré quién eres”
La política santafesina va delineando su escenario rumbo a las elecciones del próximo año, el 2023 es una puerta que renueva expectativas como también genera inquietud y preocupación en los distintos comandos partidarios. El desafío para todos – sin distinción de banderías – es encontrar la “veta” que permita establecer un nexo de empatia con el siempre particular electorado santafesino, que por estos tiempos no quiere “para nada” que le hablen de candidatos ni mucho menos, de promesas de campaña.
De acuerdo a los incipientes datos que empiezan asomarse en el horizonte de las posibilidades electorales de los espacios, con la premisa urgente y dispuesta de tratar de entender el pasado para construir el futuro, porque muchas veces saber leer la historia de los hechos permite tener una idea cabal sobre le que pueda llegar a ocurrir en el futuro inmediato. Desde la desaparición en vida de Miguel Lifschitz, el contexto político se ha vuelto difuso, su presencia era un importante “ordenador” de voluntades, eso ya no existe, generándose por tal motivo un libre albedrío entre muchos candidatos que buscan afanosamente con quedarse con los “favores” de su liderazgo.
En ese “juego” de probabilidades de los espacios predominantes que tienen sus “bases” o “pisos” ya establecidos desde donde sustentar sus aspiraciones en las urnas. En el peronismo todos coinciden que el “apoyo” que cuenta el partido esta en el orden de un 32%, desde allí esperan alimentar sus esperanzas. Lo difícil que tiene por sortear el oficialismo para fidelizar ese acompañamiento es romper algunos “tabúes” como el provocado por la reacción contraria del santafesino a todo lo que tenga que ver con el kirchnerismo y con la necesidad de poder hacer “penetrar” su mensaje en distintos sectores de la producción, en la clase media y puntualmente en el entorno del “circulo rojo” , que posibilita muchas veces, acceder a las “mieles” del éxito electoral.
Mas allá de los nombres propios que existen en danza para suceder a Perotti, en el PJ entienden que debe darse una profunda “discusión” puertas adentro de la fuerza para poder restablecer los lazos para una nueva vuelta de rosca a la deseada “unidad en la diversidad” ¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón, canta Fito Páez acompañado de muchos dirigentes del espacio que no pierden la esperanza de poder reeditar el “todos unidos triunfaremos”.
El radicalismo con sus diferentes “matices” esta viviendo una especie de “resurrección” dejando de ser “cola de ratón” para convertirse en “cabeza de león” dentro de Juntos por el Cambio. En Santa Fe la irrupción de Carolina Losada, Dionisio Scarpin y Maximiliano Pullaro en los últimos comicios intermedios del 2021 “revelaron” que un 25% de los santafesinos adhiere a que la UCR sea una válida alternativa para quedarse con el sillón del Brigadier López el año venidero. La dificultad que se le presenta a los radicales es que por si solo no les alcanza para quedarse con el control de la provincia, por esa razón son los más “interesados” en darle forma al profesado “frente de frentes”, que por ahora parece solo ser un “deseo” en voz alta, que una realidad concreta.
Deberá pasar mucha “agua debajo del puente” de la posible nueva construcción para lograr zanjar las diferencias dogmáticas existentes y amalgamar los intereses en “danza” de los distintos actores que representan a los espacios que se espera incluir. El armado de esa “nueva estructura” a priori tiene un fuerte componente antiperonista, algo que puede servir para “acercar o espantar” a las partes y dependerá de cuan firme sea el rechazo o no, hacia esa ideología.
El socialismo sigue atravesando una etapa de reconstrucción y reacomodamiento de sus fuerzas. Sus principales dirigentes no se han mostrado muy partidarios ha formar parte del “frente de frentes”, ellos evalúan que tienen mucho mas que perder que ganar sumándose a esa iniciativa. El menoscabo de su identidad y la ausencia de “un proyecto” serio de gobierno son dos condicionantes que empujan a los referentes del espacio a mantener su postura de seguir siendo una alternativa independiente para el santafesino.
Las elecciones provinciales serán desdobladas de las nacionales, en el Frente Progresista hacen cálculos para lo que viene y saben ellos que de esa manera la contienda escapará a la “impiedad” de la grieta y por ello, sus acciones subirán en la disputa domésticas. En el partido de la rosa están “seguros” que cuentan con un piso de un 17% para empezar a “trabajar” y hacer crecer sus posibilidades. La meta que persiguen es consolidarse como una tercera opción electoral, se han encargado en defender esa idea durante la semana, el intendente de Santa Fe, Emilio Jatón y la concejala rosarina, Susana Rueda.
En las penumbras de las posibilidades habita el PRO, un espacio que ha quedado diezmado en sus aspiraciones después del “porrazo” sufrido en la intermedias del 2021 por un “triste” tercer lugar en la interna de Juntos por el Cambio. Federico Angelini quedó como la única figura “vendible” para ofrecer al santafesino. Un tiempo aciago para el “poder de fuego” del espacio de Macri cuyo contenido electoral ronda un escueto 8% y en baja. Cada día que pasa sus posibilidades se deterioran, salvo que se produzca el “milagro” de que Miguel Del Sel decida recoger el “guante” para jugar, algo que parece improbable que así suceda, para mal del PRO y para bien de los candidatos del radicalismo, que “ni en sueños” se quieren medir con el ex Midachi en una mano a mano en una interna. “El miedo no es zonzo ni anda en burro” dice un refrán que toman muy enserio en el partido de las otroras “boinas blancas”.
“Ojo con los libertarios de Milei” advierten desde el partido que preside el inefable José Bonacci. Razones no le faltan a los seguidores del excéntrico economista, los números de las encuestas le sonríen al diputado nacional, los jóvenes en Santa Fe se alinean detrás de su causa de “feroz” antipolitica obteniendo cifras de dos dígitos en cada sondeo de opinión realizado. Desde el espacio donde abrevan muchos de los “antiguos pañuelos celestes” son más cautos en envalentonarse con los números a favor, consideran que el apoyo que obtienen por estos días transita el margen de entre 8 y 10 puntos, un buen porcentaje para aspirar a reeditar el “fenómeno Amalia del 2019”.
Granata, hablando de ella, se la ha visto últimamente “muy dispuesta” a salir en fotos con Milei, la periodista encabezaría la lista de diputados provinciales de la lista de “La libertad Avanza”. Para postularse a la gobernación hay algunos nombres en danza, Meier, Morales y un reconocido periodista rosarino, que estaría dispuesto a pegar el salto hacia las filas libertarias y que es un nombre que seduce y mucho a los estrategas de la novel estructura política que se va armando. ¿Gobernación o senado provincial? El hombre de los medios estaría por estas horas deshojando la margarita de su futuro y en el espacio esperan su respuesta con los brazos abiertos, sabiendo que puede tratarse de un “nuevo pleno” en la ruleta electoral del 2023.
En el análisis de la composición del “parque” electoral para el año próximo resta saber que pasará con ese 10% de votantes donde habitan los votos en blanco, los partidarios a los espacios de izquierda, Ciudad Futura de Monteverde, Frente Social y Popular de Carlos De Frade, Igualdad y Participación de Rubén Giustiniani y otros partidos con menor cantidad de seguidores, a los cuales, inevitablemente, intentaran seducir. Parte del PJ ya se ha puesto “manos a la obra” para tratar de llevarlos hacia sus filas, aunque las negociaciones parecen infructuosas desde el arranque. “La única lucha que se pierde es la que se abandona” hubiera dicho el Che Guevara, justamente…hablando de Izquierda….
Proyectar un resultado para el 2023 constituye una absurda herejía, aunque se puede “orejear” entre los naipes de las barajas de los posibles resultados. En un escenario disperso como el actual, los votos cautivos con los que cuentan cada espacio se convierten en “piezas de colección”. El PJ buscará ampliar su base de sustentación, el radicalismo insistirá con darle forma al frente de frentes. El socialismo y los libertarios abocaran sus esfuerzos a consolidarse como alternativas. Para el PRO la cosa pasa por una cuestión de supervivencia. Todos a su manera aspiran a darle sentido a la frase de Perón que para lograr una victoria electoral es necesario: “ser más fuerte en el momento y en el lugar donde se produce la decisión” Justamente cuando las urnas hablen y su veredicto le permita al espacio ganador ocupar la Casa Gris para conducir los destinos de la provincia por cuatro años y para tener que convivir con la pesada carga que ello significa.
Buen artículo!