La OTAN reiteró su compromiso con el ingreso de Ucrania a la alianza
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reafirmó este martes antes de un encuentro de cancilleres aliados en Bucarest el apoyo de la entidad a Ucrania, y dijo que el país invadido por Rusia se convertirá un día en miembro de la alianza militar.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y sus pares de los otros 29 países de la OTAN se reunían en la capital de Rumania para redoblar su asistencia a Ucrania luego de una ola de bombardeos rusos contra su infraestructura energética.
“La puerta de la OTAN está abierta”, dijo Stoltenberg, y “Rusia no tiene poder de veto” sobre los países que quieran sumarse, agregó, en referencia a los recientes ingresos de Macedonia del Norte y Montenegro a la alianza militar, la mayor del mundo.
Agregó que el presidente ruso, Vladimir Putin, con su decisión de invadir Ucrania -lo que alarmó a otros países europeos- pronto “hará a Finlandia y Suecia miembros de la OTAN”.
Los dos vecinos nórdicos solicitaron formalmente su adhesión en abril, que ya fue ratificada por 28 de los 30 países miembros, pero sigue suspendida aún a la espera de la luz verde de Turquía y Hungría.
“Sostenemos eso, también, sobre la membresía de Ucrania”, dijo el expremier noruego Stoltenberg, aunque precisó que la prioridad actual es ayudar a Kiev ante la ofensiva rusa.
“El foco principal ahora es apoyar a Ucrania, asegurarnos que el presidente Putin no gane la guerra, sino que Ucrania prevalezca como nación soberana de Europa”, sentenció.
En esencia, Stoltenberg repitió una promesa hecha por la OTAN en 2008 en Bucarest -en el mismo Palacio del Parlamento donde se reúnen desde este martes los ministros de Relaciones Exteriores- de que Ucrania y Georgia ingresarían alguna vez a la alianza.
Algunos funcionarios y analistas han dicho creer que aquel pronunciamiento -impuesto a sus aliados de la OTAN por el expresidente estadounidense George W. Bush- es en parte uno de los motivos por los que Rusia invadió Ucrania en febrero pasado.
Stoltenberg dijo que no coincidía, en línea con la postura de Estados Unidos, que desde el principio ha rechazado afirmaciones de Putin de que la OTAN amenaza a Rusia y ha hecho énfasis en la frase “no justificada” para describir la invasión rusa de Ucrania.
“El presidente Putin no puede negar a naciones soberanas tomar sus propias decisiones soberanas que no sean una amenaza para Rusia. Creo que a lo que él le tiene miedo es a la democracia y la libertad, ese es el mayor desafío para él”, señaló.
El jefe de la OTAN reiteró que Putin “usa el invierno como arma de guerra” al bombardear infraestructura energética de Ucrania y perturbar seriamente el suministro de luz y agua a sus habitantes justo a las puertas de un invierno particularmente frío.
“Tenemos que estar preparados para más refugiados cruzando al resto de Europa”, como resultado de “los ataques deliberados” de Rusia “contra servicios críticos, calefacción, luz, agua y gas” en Ucrania, afirmó Stoltenberg, informó la agencia de noticias AFP.
Más allá de sus declaraciones, Ucrania no entrará a la OTAN en el futuro cercano.
Rusia se ha anexado su península de Crimea y además ocupa territorios en cinco de sus provincias del este y sur, por lo que ni siquiera está claro cuáles son las fronteras reales del Estado ucraniano.
El apoyo de los miembros
Muchos de los 30 países de la OTAN respaldan la visión de Stoltenberg de que ahora la prioridad es derrotar a Rusia, no sumar a Ucrania.
Durante dos días de reuniones, Blinken tiene previsto anunciar un aumento “sustancial” de la ayuda de Estados Unidos a Ucrania para reponer su red eléctrica tras los ataques rusos.
Según un alto funcionario estadounidense consultado por AFP, el Gobierno del presidente Joe Biden había presupuestado 1.100 millones de dólares para gastos en las redes de energía en Ucrania y en la vecina Moldavia, que sufre los efectos de la devastación.
“Todos estamos pagando el precio de la guerra de Rusia contra Ucrania. Pero el precio que pagamos nosotros es en dinero, mientras que el precio que pagan los ucranianos es un precio en sangre”, señaló Stoltenberg.
Se espera que en el marco de la reunión en Rumania -el país de la OTAN de más extensa frontera con Rusia- los aliados prometan ayuda no letal para Ucrania, como combustible, generadores, insumos médicos y quirúrgicos, equipamiento de invierno y dispositivos antidrones.
Los miembros de la OTAN ya han enviado a Kiev armas y equipos -médicos o de telecomunicaciones- por valor de miles de millones de dólares, pero el país pide más recursos de defensa aérea, tanques y misiles de largo alcance para hacer retroceder a las fuerzas rusas.
Sin embargo, ya es evidente la creciente preocupación por la fuerte disminución y casi agotamiento de las reservas estratégicas, especialmente de municiones, en varios países de la alianza transatlántica a raíz de los envíos a Ucrania.
Luego de una cena de trabajo con el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, los ministros discutirán este miércoles formas de aumentar el apoyo a tres socios cuyos Gobiernos dicen que enfrentan la presión de Rusia: Bosnia, Georgia y Moldavia.