La justicia de Perú impuso 15 años de prisión al expresidente Ollanta Humala
La Justicia de Perú impuso este martes 15 años de prisión efectiva al expresidente Ollanta Humala (2011-2016) y a su esposa, Nadine Heredia, “al encontrarlos responsables del delito de lavado de activos”.
La decisión fue tomada por la mayoría de los jueces del Tercer Juzgado Penal Colegiado Nacional, encabezado por la magistrada Nayko Coronado, quienes también acordaron que para esta condena se considere el periodo de nueve meses que ambos estuvieron en prisión preventiva, entre el 14 de abril de 2017 y el 30 de enero de 2018.
Según dijo Coronado, en el juicio se probó “la comisión del delito de lavado de activos con estos actos diversos de agenciarse dinero de procedencia ilícita”, y se evidenciaron los “elementos de lo que configuraría la existencia de una organización criminal”.
Esta decisión judicial, que establece cárcel para Humala y Heredia hasta el 28 de julio del año 2039, puede ser apelada por los acusados; en tanto, se espera que se efectúe la lectura completa de la sentencia el próximo 29 de abril.
Aunque las autoridades judiciales rechazaron disolver el Partido Nacionalista, le impusieron una multa de 100 Unidad Impositiva Tributaria (UIT), equivalente a 10 millones de soles (unos 2,7 millones de dólares), por “haber sido instrumentalizado”.
Durante la lectura del documento, la jueza Coronado dio a conocer también la sentencia de doce años de prisión para Ilan Heredia, hermano de la exprimera dama, y emitió una orden de captura en su contra debido a que no estuvo presente en la audiencia.
La investigación, producida en el marco del caso Lava Jato (autolavado), fue abierta inicialmente en 2015 y asumida por el fiscal anticorrupción Germán Juárez Atoche, quien había solicitado al Poder Judicial dictar 20 años de prisión para Humala y 26 años para Heredia, además de penas no menores de 10 años para otros implicados.
Según indicó hoy a la prensa Juárez Atoche tras conocer la sentencia, “queda una instancia superior donde los acusados van a tener que apelar, y habrá, de repente, otra instancia, en una casación que estoy seguro que no les dará la razón”.