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Jefe de inspectores nucleares discute en Rusia situación de central atómica de Ucrania

El jefe del organismo de control nuclear de la ONU (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se reunió hoy en Moscú con autoridades del organismo atómico ruso Rosatom para avanzar con la creación de una zona de seguridad en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la más grande de Europa y blanco de bombardeos en varias ocasiones.

“Estoy en Moscú para continuar con el trabajo técnico detallado para establecer una zona de protección de seguridad y protección nuclear alrededor de la planta de energía nuclear Zaporiyia”, tuiteó Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

“Conocí al director de Rosatom, Alexey Likhachev, y a un grupo intergubernamental. El trabajo adicional continúa mañana”, agregó.

Durante la primera ronda de consultas, el argentino abordó su iniciativa de establecer una zona de protección de la seguridad nuclear y física en la planta de la sureña provincia ucraniana de Zaporiyia, de acuerdo con un mensaje difundido por el ente ruso en Telegram.

La central atómica ucraniana cayó en manos de tropas rusas en marzo pasado, casi al inicio de la invasión de Ucrania. Desde julio pasado, Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de atacar la planta. El OIEA ha dicho que esto podría provocar un grave accidente atómico, una fuga radiactiva que afectaría a toda Europa.

Likhachev expresó la disposición de la parte rusa a seguir trabajando en la aplicación de la zona de seguridad y detalló las medidas de seguridad adoptadas en ese ámbito y otras destinadas a garantizar condiciones sociales favorables para los empleados de Zaporiyia y sus familias, agregó el texto de Rosatom.

Las partes, que reafirmaron su acuerdo de continuar los contactos, debatieron cuestiones vinculadas a la cooperación actual y futura entre Rusia y el OIEA, en otros ámbitos.

Previo al encuentro entre Grossi y Likhachev, el viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, había manifestado que las discusiones “no eran fáciles”.

Para el funcionario, el viaje de Grossi es importante dado que Rusia y el OIEA, que tiene su sede en Viena, Austria, abordan hace “mucho tiempo los parámetros de la zona de protección de la seguridad nuclear y física” alrededor de la planta nuclear.

“Comprendemos que la agencia y su dirigencia en varias situaciones se encuentran bajo presión desde afuera, pero no podemos actuar de un modo que permita que se realice algún daño a nuestros enfoques principales”, subrayó, según replicó la agencia de noticias Sputnik.

En tanto, el representante ruso en las organizaciones internacionales con sede en Viena, Mijail Ulianov, expresó a la televisión rusa que Grossi tenía “nuevas ideas” que tenían que ser “aclaradas y discutidas”, especialmente sobre la protección de la central ocupada por las tropas de Moscú en Zaporiyia, en el sur de Ucrania.

Durante los últimos meses de 2022, Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente de bombardear las instalaciones de la central nuclear en Zaporiyia, provincia que se incorporó a Rusia en virtud de un referendo celebrado en septiembre pasado pero desconocido por Ucrania y la comunidad internacional.

En diciembre pasado, el OIEA anunció el envío de misiones para “proteger” cinco centrales nucleares en Ucrania, entre ellas la de Zaporiyia, tres meses después de que el organismo visitara la central nuclear y publicara un informe confirmando los bombardeos contra la planta.

A finales de octubre, Grossi había pedido acelerar el proceso de creación de una zona de seguridad en torno a la central nuclear, al precisar que, cualesquiera que fueran los objetivos de las partes beligerantes en Ucrania, no se puede bombardear una central nuclear.

Fuente: Télam

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