Irán condenó al tío de Amini a más de cinco años de cárcel por protestar y criticar al gobierno
Las autoridades iraníes condenaron a más de cinco años de prisión al tío de la joven Mahsa Amini, cuya muerte bajo custodia policial había desatado protestas en 2022, acusado de opiniones críticas y propaganda antigubernamental, informaron hoy grupos de defensa de los derechos humanos.
Safa Aeli, de 30 años, fue condenado a una pena de cinco años y cuatro meses de prisión por el tribunal revolucionario de la ciudad de Saqez, en el noroeste de Irán, de donde proviene la familia, anunciaron las organizaciones Hengaw y Human Rights Activists News Agency (Hrana).
Citando al abogado de la familia, Saleh Nikbakht, el grupo Hrana, aclaró que parte de esta sentencia está en suspenso y que Safa Aeli debería cumplir un total de tres años y seis meses.
Entre los cargos en su contra figuran la participación en manifestaciones para perturbar la seguridad interna, difusión de propaganda antigubernamental e insultos al líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei.
Mahsa Amini, una mujer kurda de 22 años, murió bajo arresto el 16 de septiembre de 2022.
Tres días antes había sido detenida por la policía en Teherán acusada de haber violado el código de vestimenta de la República Islámica, que obliga entre otras cosas a las mujeres a llevar velo en público.
Desde la Revolución Islámica de 1979, el uso del velo es obligatorio en Irán para todas las mujeres, aunque sean extranjeras.
La familia de Mahsa Amini y los activistas de los derechos humanos sostienen que la joven fue golpeada hasta la muerte, lo que las autoridades niegan.
Su muerte desató una ola de protestas en todo el país que provocó varios centenares de muertes y miles de detenciones.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, describió en septiembre de 2023 la muerte de Amini como “un incidente” y reiteró sus acusaciones contra países occidentales por “una guerra híbrida” contra Teherán por el suceso.
Por ese entonces, el Parlamento votó a favor de un proyecto de ley para endurecer las sanciones y castigos contra las mujeres y niñas que violen el estricto código de vestimenta en el país, incluida la obligatoriedad del uso del velo, borrador que llegó a ser tildado de “apartheid de género” por expertos de Naciones Unidas.