Ignacio “Nacho” Torres: “Tenemos que dejar de discutir pavadas por twitter para empezar a debatir como logramos un país serio”
Ignacio “Nacho” Torres es el gobernador de Chubut, el joven mandatario en una nota con el programa de radio “Con Estilo” en CNN Rosario compartió su recorrido en la política que con tan solo 36 años se convirtió en el máximo mandatario de su provincia. En la entrevista habló también de las ventajas y desventajas que representan ser joven en la política, de su vínculo con el gobierno de Milei, de como recortó los gastos innecesarios en el Estado desde que asumió, de su proyección a futuro y hasta le dedicó palabras al gobernador Pullaro con el cual lo une una buena relación. Un “Torres” auténtico, quién deja siempre de lado las frases ocasión para decir lo que piensa sin importarle el que dirán y que a pesar de su juventud demuestra una fuerte personalidad, la cual le ha permitido liderar los reclamos de la región patagónica. “Nacho” Torres es un dirigente con un buen presente y lo más importante con mucho futuro…
¿Ignacio cómo pudiste hacer tan buen recorrido en la política siendo tan joven, cuál es el secreto o la receta para ello?
La realidad es que la política le tiene aversión a la juventud, también pasa algo parecido con las mujeres, esto yo lo vi tanto en Diputados como en el Senado, el hecho de ser joven te lleva a estar revalidando constantemente y teniendo que demostrar capacidad en cada uno de los cargos que te toca ocupar. Es cierto que tengo 36 años, en la franja etaria de la política uno es joven, pero la vengo remando desde hace mucho tiempo, yo arranqué muy chico laburando, militando en la provincia, conformando un espacio alternativo a lo que fue el último signo político que gobernó durante más de 20 años la provincia y se transformó más en un movimiento ciudadano que en un vehículo electoral. Ese fue el secreto del crecimiento exponencial que tuvo “Despierta Chubut” en Chubut.
Es un tiempo distinto en la política por la presencia de dirigentes jóvenes como vos, LLaryora en Córdoba o Pullaro en Santa Fe. ¿Ese recambio era necesario para generar otras expectativas en la gente?
Sí, no creo que tenga que ver con una cuestión etaria, yo creo que el trasvazamiento generacional tiene que venir de la mano de un cambio de mentalidad, porque estamos llenos de jóvenes con ideas viejas también en la política argentina. No se trata de tirar por la ventana a un dirigente de 60 por dos de 30 sino de un cambio de paradigma en la forma de construcción de un espacio de poder y obviamente en cómo se ejerce ese poder. Lo estamos viendo en Santa Fe, es un caso testigo y nosotros en la provincia de Chubut donde pudimos romper con un montón de tabúes y de cosas que atentaban contra el desarrollo de la provincia. Me parece que el hecho de poder dar discusiones incómodas, de aprender a mirar más para adelante y no estar anclados sistemáticamente en el pasado, es muy bueno para la Argentina.
¿Cómo fue tu debut como gobernador de Chubut en un momento tan particular de la política donde hay un presidente que descree del Estado y de las instituciones?
Yo tuve la particularidad de recibir una provincia de las más ricas de la Argentina, pero de las más endeudadas y con una crisis institucional, una crisis académica sin precedentes donde durante más de seis años el gobierno anterior solamente pudo garantizar un año de clases, donde había un descreimiento total con la clase dirigencial y un manejo anárquico del Estado. A la casa de gobierno le prendieron fuego hace dos años, fue una épica más refundacional si se quiere la que vivimos en Chubut de poder dar vuelta la página, de ir a la fibra más profunda del Estado provincial para empezar a romper con esos vicios de la mala política y lo hicimos con mucho volumen político, con mucho apoyo popular, con el acompañamiento de todos los sectores de la sociedad
¿Cómo fue el proceso donde tuviste que superar los ataques que realizó Milei en el comienzo de su gestión hacia tu persona y tu gestión en la provincia?
En medio de esas batallas que estábamos dando hubo un embate injusto por parte del gobierno nacional, básicamente estábamos entre la espada y la pared y teníamos el convencimiento de estar peleando por algo justo y no me arrepiento lo más mínimo de lo hecho porque sentí un hermanamiento, no solamente en la provincia, sino en toda la Patagonia, que básicamente nos llevó a estar espalda contra espalda para defender lo nuestro, para defender a esa Argentina productiva que da tanto y que lamentablemente muchas veces es ninguneada, relegada por una Argentina profundamente centralista como la que seguimos viviendo.
¿Cómo hiciste para lograr en tan poco tiempo un reordenamiento de las cuentas de tu provincia y generar una mejor utilización de los recursos que cuenta Chubut?
Básicamente el ordenamiento fiscal y financiero en Chubut tuvo que ver primero con una ingeniería financiera que finalmente la justicia nos dio la razón y nos permitió amortizar deuda vieja con deuda nueva en mejores condiciones y, por otro lado, Chubut nunca tuvo un problema de ingresos sino de mal gasto público, de mala praxis en el manejo del esfuerzo de todos los recursos, que se malgastaba y que, durante mucho tiempo, se la robaron. Vamos a tener un presupuesto anclado al equilibrio fiscal, todos los chubutenses van a saber en qué y de qué manera se ejecuta justamente el esfuerzo de los contribuyentes.
¿Ignacio en el camino de la restructuración del Estado provincial, eliminaste más de 160 cargos políticos?
Sí, nosotros teníamos mucha duplicidad de cargos, una cosa insólita, empresas estatales sin ningún tipo de sentido, deficitarias, obsoletas que se utilizaron para poder atrincherar a militantes o amigos del poder. Esa fue una de las patas fundamentales de la mejora en la administración pública porque si bien el impacto fue importante pero no determinante para lograr el superávit primario. Es necesario dar muestras de un Estado más eficiente para devolverle a la ciudadanía credibilidad en las instituciones.
Con referencia a la visita de Victoria Villarruel a la provincia de Chubut, ¿Consideras que es una buena dirigente política la vicepresidenta del país?
Victoria Villarruel vivió en Chubut, en Río Mayo, conoce el país y tiene una mirada federal interesante, aunque tiene muchas diferencias – obviamente internas – con algún sector del gobierno nacional. Con ella tenemos la posibilidad de avanzar en una agenda federal que para nosotros es importante, hay un paquete de leyes que tienen estado parlamentario y muchas ya tienen dictamen como la de trazabilidad en la pesca, un régimen específico para hidrógeno verde, etc., todos proyectos que apuntan a un país más federal y por esa razón es necesario tener un buen vínculo con quien conduce el Senado, por lo tanto, la relación no solo es buena, sino que también es estratégica.
La Consultora CB realiza todos los meses trabajos de opinión pública donde mide la imagen de los gobernadores en Argentina y siempre te encuentra a vos entre los 3 mandatarios con mejor imagen positiva. Ante la evidente falta de buenos liderazgos políticos ¿tomas conciencia que podés convertirte en un futuro cercano en uno de los referentes políticos de mayor proyección en el país?
Hay algo que en la política que puede ser peligroso, pecar de ansioso, yo creo que lo que se necesita hoy es demostrar con hechos la capacidad de gestión. Tenemos una oportunidad de discutir un modelo de país serio y previsible a mediano y largo plazo. En Santa Fe tienen un lujo de gobernador como es Maxi, que lo conozco y que coincidimos también en la necesidad de dar estas peleas federales para ponderar esa Argentina productiva. Más allá de lo coyuntural, de estar mejor o peor en alguna encuesta, lo que tiene que prevalecer es esa agenda distinta, que mire para adelante. Dejar de lado las discusiones inconducentes, que nos dividen, y que muchos las ven como una herramienta atractiva electoralmente para polarizar y discutir pavadas por twitter para empezar a debatir como logramos un país serio y que garantizarles a las futuras generaciones una Argentina muy distinta de la que nos dejaron a nosotros.