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¿Héroe o villano?: El rol del periodismo en tiempos libertarios

El periodismo está en crisis, una crisis que le ha sido impuesta por la impiedad de un gobierno que, para nada, simpatiza con la libertad de prensa, que prefiere tener a su lado a periodistas militantes, genuflexos y sobretodo, que los mismos siempre se muestren funcionales a sus intereses políticos. Por ahora a Javier Milei le alcanza con un puñado de esos periodistas “pagos” y con su aceitado ejercito de “trolls” para poder respaldar esa “propia realidad” que merece ser defendida a capa y espada, a pesar que los hechos se encargan de interpelarla a diario.

Una diputada provincial hace unos días en un programa de radio en CNN Rosario decía que no aceptaba que su bloque apoyara a medios o periodistas para que hablen bien de ellos, se podría refutar el dicho de la legisladora diciendo que periodismo bien entendido no solo se ocupa de escribirle a un espacio o político “su diario de Irigoyen” sino que cumple con una premisa periodística más importante de hacer públicas sus acciones y de comunicar todo lo que están realizando en favor de aquellos santafesinos que le entregaron una responsabilidad y un compromiso a través de su voto.

Resulta extraño saber que quién se expresaba de esa manera contra la labor del periodismo, es también periodista y cabe recordar que en otros tiempos cercanos donde ejercía el periodismo cobraba su sueldo en un importante medio capitalino que recibía una gran “contribución de dinero” de parte del gobierno de Mauricio Macri a cambió de que dicho medio brindara su apoyo a lo realizado por la gestión del líder del PRO. Una absurda “doble vara moral” o “amnesia selectiva” que suelen hacer propia muchos legisladores o candidatos para mostrarse diferentes a la “casta” y en definitiva esas actitudes solo terminan haciendo que la política tenga “tan mala prensa” con la misma sociedad que muchas veces le toca representar.

Como en otros ordenes de la vida hay periodistas malos o buenos, existen periodistas independientes y militantes, unos son los que defienden la verdad por la verdad misma y los otros son los que distorsionan la realidad para favorecer a sus “ocasionales patrones”, pero nunca se debe “meter a todos en la misma bolsa” porque también existen políticos “nobles” que actúan empujados por sus convicciones buscando siempre el “bien común” de la gente y hay otros que llegaron a la política exigiendo un metódico y puntual pago para participar, hoteles de cinco estrellas y que la carta del menú incluyera entre otras cosas, “el salmón rosado”. Cosas del caprichoso destino ya que son justamente ellos los que critican a los periodistas o los medios por pedir una “pauta de la política” sabiendo muy bien que muchas veces, es la única herramienta que disponen los mismos para propiciar su subsistencia.

El presidente Javier Milei decidió no entregar presupuesto para pauta publicitaria para los medios a la vez que sostiene con “dinero” a periodistas afines.

¿Cuál es el verdadero rol del periodismo en estos tiempos libertarios? Difícil dar con la respuesta adecuada porque la profesión se ha convertido en un permanente desafío para aquellos que pretenden representar con dignidad a la misma, para ellos hacer periodismo es casi como atravesar un verdadero campo minado sin demasiado margen de error, para poder llevar así adelante la tarea de informar correctamente y ser principalmente, consecuentes con el relato de lo que pasa. Muchos quieren, pero hoy pocos pueden cumplir con esa meta, lamentablemente.

El gobierno nacional, en una de sus primeras medidas suspendió la pauta a los medios por el término de un año y al mismo tiempo, por “debajo de la alfombra” de ese prometido recorte entregó solapadamente más de 220millones de pesos a los “cuatro fantásticos”, los cuales no son personajes de una película de Marvel sino periodistas que cumplen al pie de la letra con el libreto del oficialismo, muchas veces rozando el absurdo, en un reconocido canal de Capital Federal.

Mientras tanto, miles de buenos periodistas y pequeños medios sobreviven como pueden en la “jungla” impiadosa de una crisis económica feroz desatada por el brutal ajuste impuesto desde el gobierno y que ha generado que muchas pymes que le daban sustento a dichos medios con la publicidad han dejado de invertir en ese rubro por la abrupta caída que han padecido en sus ingresos en estos últimos seis meses. Esta situación no hace más que provocar un escenario por demás complejo y que atenta no solo contra la necesaria labor periodística que nos permite conocer la realidad en primera persona sino contra el sustento que requieren los mismos para cumplir eficazmente con esa tarea.  

“El periodismo es libre o es una farsa” supo decir alguna vez el periodista argentino Rodolfo Walsh y en ese camino de cumplir dignamente con la labor profesional el periodismo puede llegar a ser considerado como “un héroe o un villano”, dependerá eso del “bando” en el cual se aliste, y a partir de esa decisión podrá ser considerado como creíble o no. Para recuperar el “valor propio” del periodismo se deberán cambiar las actuales reglas de juego para que los medios y los periodistas puedan recuperar el estado de sustentabilidad que requieren para poder respetar con unción la tarea periodística que llevan adelante y de esa manera ser consecuentes con ese juramento hipocrático hecho con la profesión. De otra manera el periodismo seguirá cayendo por ese abismo en el cual hoy se encuentra y le dará la razón a esa legisladora que olvido rápido su pasado y hasta no le preocupó demasiado mostrar un cierto desprecio por lo que ella alguna vez fue.

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