Haití: Aumenta número de muertos en el país por la falta de ayuda internacional
Más de 2.500 personas murieron o resultaron heridas por la violencia de las bandas en
Haití entre enero y marzo, lo que supone un 53% más que en los tres últimos meses de 2023, según informó el viernes la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH).
Al menos 590 murieron durante operaciones policiales, indicó la BINUH en un informe. Parece ser que varios no estaban implicados en la violencia de bandas, algunos tenían movilidad reducida, y al menos 141 fueron asesinados por grupos de justicia parapolicial.
La mayor parte de la violencia se registró en la capital, Puerto Príncipe, mientras que al menos 438 personas fueron secuestradas en todo el departamento del Oeste y en la región agrícola de Artibonite. Las zonas portuarias de la capital, La Saline y Cite Soleil, vivieron las agresiones a gran escala más prolongadas.
Los miembros de las bandas continuaron perpetrando violaciones contra mujeres y niñas en barrios rivales, así como en cárceles y campos de desplazados, según el informe.
Según estimaciones de la ONU, cientos de miles de personas han sido desplazadas internamente por las bandas. A pesar de las críticas del organismo mundial, países como Estados Unidos y la vecina República Dominicana siguen deportando migrantes a Haití.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo a Reuters el jueves que la migración irregular de haitianos mediante el caribe “sigue siendo baja”, aunque muchos países vecinos han evacuado a ciudadanos y reforzado sus fronteras.
La violencia de las bandas, se recrudeció el 29 de febrero, cuando el primer ministro no electo Ariel Henry viajó a Kenia para acelerar una misión internacional de apoyo a la seguridad, pero
días después dimitió bajo la presión de Estados Unidos.
A falta de un nuevo gobierno, según la BINUH, las bandas han “cambiado de táctica” y atacan instituciones públicas e infraestructuras estratégicas, como el puerto principal y el
aeropuerto más importante.
Al menos 22 edificios policiales han sido saqueados o incendiados y 19 agentes de policía han resultado muertos o heridos, mientras que el bloqueo de las rutas de suministro está
agravando la crisis sanitaria y de hambre.