Gabriel Caamaño advierte que la salida del cepo no necesariamente implica devaluación pero sí plantea desafíos
En medio de un panorama financiero que ha mostrado señales de estabilización, el economista Gabriel Caamaño de la consultora Ledesma fue entrevistado por Noticias Argentinas para analizar los desafíos actuales y futuros de la economía argentina en un contexto donde los mercados han experimentado mejoras notables, con la suba de bonos y una reducción del riesgo país.
“Los mercados financieros vienen en alza”, señaló Caamaño, subrayando el impacto del blanqueo de capitales y las intervenciones del gobierno. “El blanqueo fue clave, entraron unos 13.000 millones de dólares, lo que ayudó a bajar el dólar”, explicó.
En ese sentido, agregó que las señales de intervención en los mercados financieros también desempeñaron un papel crucial. Durante la segunda quincena de julio, el gobierno realizó una fuerte intervención interna para poner un techo a la brecha cambiaria, lo que también influyó en la estabilidad financiera.
Un régimen fiscal sólido, pero un esquema monetario en transición
Caamaño destacó que, aunque el régimen fiscal ha mostrado fortalezas, el verdadero desafío está en lo monetario: “Argentina siempre tuvo problemas para lograr un esquema fiscal sólido, y ahora que parece que lo han conseguido, el reto es cómo hacer la transición hacia un régimen monetario y cambiario más definido y sustentable”, comentó.
El economista enfatizó que el país todavía está en una fase de transición en cuanto a su política monetaria, con fuertes controles cambiarios. “El cepo y las restricciones sobre el acceso al mercado de cambios oficiales son uno de los pasos que habría que dar para normalizar el esquema monetario y cambiario”, explicó.
Según Caamaño, este es uno de los grandes pendientes del plan económico actual, y sin una solución clara, el mercado sigue preguntándose cómo el gobierno podrá mantener la estabilidad a mediano y largo plazo.
¿Devaluación o estabilización? el dilema del tipo de cambio
Un punto clave y recurrente de la entrevista fue la cuestión del tipo de cambio, “el gobierno ha sido muy claro en que no habrá una devaluación. Prefiere mantener el control sobre el tipo de cambio oficial, pero si hubiera un shock, se pagaría con menos actividad y mayores restricciones”, opinó Caamaño.
Según él, la salida del cepo será un proceso complejo que no necesariamente debería implicar una devaluación: “A veces se habla de flotar el tipo de cambio después de salir del cepo, pero ahí hay contradicciones. Si vas a flotar, no tiene sentido elegir una paridad de salida”, reflexionó.
El desafío está en cómo mantener la estabilidad cambiaria sin romper la dinámica actual de baja inflación: “El equilibrio fiscal, la emisión monetaria cero y la acumulación de reservas son las tres patas clave para sostener este programa”, afirmó.
Expectativas post-elecciones y recuperación económica
De cara a las elecciones de medio término, Caamaño expresó que el gobierno probablemente intentará llegar con el esquema actual, sin realizar grandes modificaciones. Sin embargo, advirtió que no aprovechar las oportunidades puede complicar la situación en el futuro: “A medida que pasa el tiempo y no se toman decisiones, cada vez más se consolida la idea de que los cambios necesarios quedarán para después de las elecciones”, analizó.
En cuanto a la posible recuperación económica en 2025, el economista fue cauteloso. Aunque prevé un rebote tras la caída de este año, explicó que la economía necesitará recuperar parte de lo perdido en 2023 y 2024: “El año pasado y este probablemente caigamos alrededor de un 3%, y aunque el año próximo podría haber una recuperación, esta sería en gran medida una compensación de lo perdido”, concluyó Caamaño.
La entrevista dejó claro que, aunque las señales en los mercados son positivas, el camino hacia una economía estable y sustentable aún tiene grandes desafíos por delante, especialmente en lo que respecta a la transición monetaria y cambiaria.