Futbolistas LGTBIQ+ ven a Qatar como “una oportunidad” para defender sus derechos
En vísperas de la apertura del Mundial Qatar 2022, Télam dialogó con deportistas del colectivo LGBTIQ+ para conocer sus opiniones con respecto a que el evento de mayor relevancia del deporte se desarrolle en un país que, no solo presenta la mayor brecha de género del Medio Oriente, sino donde se vulneran los derechos de mujeres y minorías por su orientación sexual.
A pesar de no estar de acuerdo con el hecho de que la mayor fiesta del fútbol sea realizada en Qatar, las voces consultadas por esta agencia remarcaron como positivo el hecho de que “cualquier cancha puede convertirse en un canal de comunicación para visibilizar los derechos que en nuestro país hemos conquistado como colectivo”.
Es el caso de la primera futbolista trans de la Argentina, Mara Gómez (25 años), quién actualmente juega en el club Estudiantes de La Plata.
En conversación con Télam dijo: “No estoy de acuerdo en que el Mundial se juegue en un país donde se vulneran los derechos tanto de las mujeres como de personas del colectivo LGBTIQ+, donde además se castiga hasta con la muerte a estas personas por su orientación sexual”.
“Al mismo tiempo creo que el fútbol, y en este caso el Mundial, funciona como un escenario de visibilización, donde a través del deporte los países que piensan con perspectiva de género podemos llevar una nueva imagen al resto del mundo“.
“Creo que cualquier cancha de fútbol es un canal de comunicación para visibilizar, a través del deporte, los derechos que en nuestro país hemos conquistado como colectivo”, agregó Gómez.
Por su parte, la regatista rosarina de 35 años, Cecilia Carranza Saroli comentó: “Me gusta ver el lado positivo de las cosas porque pienso que de no haberse organizado el Mundial no se habría puesto el tema sobre la mesa y no se habría visibilizado”.
“Que se ponga en cuestionamiento el estilo de vida, la forma de vida, la cultura en general de países como Qatar es un paso más para avanzar con el cambio que me gustaría ver en todos los países del mundo. Una sociedad más igualitaria con derechos para todas las personas”, precisó.
En tanto, para la jugadora de primera división de Nueva Chicago, Jezabel Carranza (43), que el mundial se desarrolle en Qatar, “es un disparate. Aunque la opresión siempre generó avances positivos porque sirve como polarización para saber el trasfondo de todo lo que es la falta de derechos que hay en otros países”.
Jezabel es la tercera futbolista transgénero en competir en la máxima categoría del fútbol femenino luego de Mara Gómez y Tiziana Lezcano (de Ferro).
“Creo que la FIFA es una vidriera que puede mostrar tanto los maquillajes de ciertas culturas, mientras por debajo de la alfombra, bien sabemos que esconden miserias humanas”, destacó la futbolista.
“Todo este tema tiene un trasfondo que es positivo porque mal o bien no hace otra cosa que visibilizar. Pone sobre la mesa estos debates, que creo son importantes para hablarlos en familia porque se trata de la vida de las personas, porque es el derecho a vivir, a sentir como una es“.
“Como deportista trans quiero disfrutar y ser feliz, y además tengo el rol de visibilizar y defender los derechos de las personas, no solamente los míos y los de mis compañeras, sino los de las generaciones que vendrán, para que no sufran ni pasen por el camino difícil que hemos transitado nosotras y nosotros. Existen ya protocolos y leyes para que podamos disfrutar plenamente la disciplina que queramos. Todavía faltan cuestiones con respecto a las armonizaciones pero hay un camino positivo”.
“Creo que estos países como Qatar son la parte dura que influye de forma negativa para que podamos existir. Pero el mundo ya no soporta este tipo de discriminación, por eso hubo artistas que se negaron y rechazaron la propuesta de actuar en la apertura del mundial como Shakira, Rod Stewart y Dua Lipa. Eso es un reflejo”, enfatizó.
Hay que reconocer que en los últimos días hubo algunas novedades igualitarias para este mundial como por ejemplo la presencia, por primera vez, de árbitras y asistentes de campo mujeres.
O que, en la cancha habrá brazaletes con los colores del arco iris que reivindican los derechos LGBTIQ+ y son un mensaje antidiscriminatorio. Estos se lucirán en los brazos de los capitanes de las selecciones de Países Bajos, Bélgica, Suiza, Gales, Francia, Dinamarca y Alemania.
“Me daría mucho orgullo que nuestro capitán, Lionel Messi -para mí el mejor jugador del mundo-, porte el brazalete con la bandera de la diversidad sexual“, precisó Jezabel.
“Y que no se olvide que la Argentina fue uno de los primeros países donde se reglamentó la Ley de Identidad de Género, que permitió que las personas del colectivo LGBTIQ+ puedan tener personería jurídica”, agregó y acto seguido comenzó a tararear “Innuendo”, de Queen: “Mientras vivimos según la raza, el color o el credo. Mientras gobernamos por la locura ciega y la codicia pura, nuestras vidas dictadas por la tradición, la superstición, la falsa religión… Seguiremos hasta el fin en la cuerda floja”.
“Por un lado, estoy entusiasmada porque juega nuestra selección, y a la vez, me cuesta poder respetar a cualquier persona que inhiba los derechos de un colectivo minoritario como el LGBTIQ+ porque no solamente están vulnerando los derechos de las personas adultas sino también de las y los jóvenes y las infancias porque recordemos que se comienza a sufrir desde niño o niña“.
“Frente a esa situación una no puede mostrarse empática con cierta religión, con cierta forma de vida y cultura. Cuando se meten con los Derechos Humanos y la existencia del ser, es imposible respetar ciertas leyes”, reflexionó Jezabel Carranza.
“En el deporte hay mucho que trabajar todavía”, sostuvo Cecilia Carranza Saroli. “No solo en la Argentina sino en todos los países del mundo. Tenemos mucho que trabajar porque todavía hay cuestiones muy arraigadas en la cultura que llevan a situaciones discriminatorias y terminan por alejar a las personas homosexuales del deporte“.
“Tanto en el deporte como en otras disciplinas se están haciendo cambios, hay pequeños avances, pero todavía falta”, añadió.
En tanto, según Mara Gómez: “El deporte es un medio de contención, de socialización, de terapia, que sirve para que las personas podamos conocernos y ayudarnos. Porque más allá de lo competitivo, la idea es que funcione como un equipo, donde si hay una compañera que sufre algún tipo de discriminación, de violencia o de opresión, lo pueda contar porque se siente contenida y escuchada”, concluyó.